Sistemas constructivos
Test Blower Door para Certificación Passivhaus
BLOWER DOOR

Estos días hemos realizado dos test Blower Door en una casa certificada Passivhaus que tenemos en marcha en el despacho.
Blower Door es un test de hermeticidad al aire que permite detectar filtraciones en el edificio. Se trata de una prueba obligatoria para certificar una casa Passivhaus y recomendable en todas las casas pasivas, aunque no se tenga intención de certificar.
El test consiste en modificar artificialmente las condiciones de presión de un espacio, edificio o vivienda para estudiar su comportamiento. Así, mide la entrada incontrolada del aire para poder solventar las patologías del sellado.
Y es que las filtraciones, que suelen encontrarse en juntas y encuentros entre materiales, comprometen la estanqueidad de una construcción reduciendo su eficiencia energética. Es por eso que alcanzar la estanqueidad al aire es uno de los secretos del ahorro de energía en las casas pasivas y por lo tanto una de las claves en su construcción.
La falta de intercambio de aire con el exterior a veces sorprende a muchos clientes que piensan que el aire interior quedará viciado, pero en las casas pasivas se asegura siempre una renovación del aire interior que de hecho es de obligado cumplimiento por normativa de construcción y que se suele llevar a cabo por vías mecánicas de renovación de aire.
Al controlar el intercambio de aire fresco, existe la forma de filtrarlo y así aumentar todavía más los beneficios a la salud de sus habitantes, sobre todo si viven en la ciudad.
Lo más importante en cuanto a renovación de aire es la condición de que el aire exterior introducido no entre a la temperatura ambiente exterior, sino que tengamos formas de precalentarlo, es decir, si fuera estamos a 2 grados, podemos precalentar este aire por ejemplo a través de un invernadero o bien de un tubo canadiense que circula bajo tierra de forma que el aire fresco entre en casa a una temperatura alrededor de 20-22 grados.
Gracias al test Blower Door se pueden determinar debilidades constructivas, reducir costes energéticos, mejorar el confort evitando corrientes de aire, reducir el ruido desde el exterior y evitar posibles apariciones de hongos u moho.
Para certificar una casa Passivhaus es necesario realizar al menos un test al final de la obra, cumpliendo los resultados inferiores a 0,6 r/h, renovaciones de volumen de aire por hora. Este resultado corresponde al parámetro de permeabilidad al aire del edificio denominado n50, que se calcula haciendo la división del volumen de aire que se infiltra o se escapa entre el volumen de aire total. Así, como mayor aire filtrado, mayor será la magnitud del resultado y por tanto peor para la estanqueidad de la vivienda.
Según los criterios de certificación Passivhaus, es imprescindible realizar un test una vez finalizada la obra. En este caso, al trabajar con distintos industriales, hemos decidido hacer un test previo durante la fase de obra, para garantizar que cada empresa participante asuma la responsabilidad y corrija con antelación posibles errores de ejecución.
La prueba ha consistido en un proceso de dos días, de forma que se han detectado anomalías que se han podido corregir entre ambos test.
El test se realiza con un ventilador que se instala en la puerta de acceso gracias a un marco adaptable y ejerce una presión constante de 50 Pa. En primer lugar, se sellan las entradas de aire naturales de la vivienda como chimeneas y se cierran puertas y ventanas.
El primer día, se extrae aire de la casa hacia el exterior para forzar la penetración del aire al interior, detectando así sus puntos de entrada. Acercando una vela a las juntas, detectamos hasta las mínimas corrientes de aire. Esta comprobación también puede hacerse con una cámara termográfica.
A continuación, invertimos el sentido de ventilador y se introduce aire que ejerce una sobrepresión para detectar las fugas hacia el exterior. Estas fugas se hacen visibles desde el exterior con la ayuda de una máquina generadora de humo.
En ambas pruebas, se aplica la misma presión de 50 Pa, por lo que los resultados de sobrepresión y subpresión deben coincidir para corroborar que el test se ha realizado correctamente.
El primer día acaba con resultados por encima de lo deseado, algo normal en una fase previa. Así que se inicia el sellado de juntas con distintos métodos y se repite el test al cabo de una semana de nuevo con comprobación de subpresión y sobrepresión.
Tras esta segunda prueba el resultado obtenido es de 0,359 r/h por debajo de los 0,6 r/h requeridos para la certificación, un resultado excelente, teniendo en cuenta que aún nos encontramos en fase de obra. Sin duda, el éxito de la prueba es resultado de un trabajo en equipo de excelentes profesionales especializados y comprometidos.