Sistemas constructivos
10 Claves para construir una casa de madera

Hoy os vamos a hablar de las 10 claves para construir una casa de madera y es que aunque pueda parecer un tema de gustos, la realidad es que la decisión de si una casa va a ser de madera, obra o cualquier otro material, depende del uso de la vivienda y sus requerimientos a nivel de eficiencia energética, así como del presupuesto de construcción ya que una vivienda de madera suele ser en general, más cara.
Partiendo entonces de la base de que el sistema constructivo de una casa se escoge a lo largo del proyecto en base al terreno, a las necesidades de la familia, sus requerimientos a nivel de eficiencia y su presupuesto, hoy analizamos en detalle el sistema constructivo de madera y sus implicaciones a nivel de eficiencia y funcionamiento de una vivienda.
Y es que muchos clientes se acercan a nuestro estudio para consultar sobre este tipo de construcción ya que les preocupa si el material es suficientemente resistente tanto estructuralmente como respeto a la humedad, fuego y estragos del tiempo y climatología.
Esta vez vamos a hacer un nuevo repaso en el mundo de la construcción en madera, presentando 10 claves para construir una casa de madera.
En primer lugar profundizaremos entorno a las propiedades de la madera. Es importante entender el material para poder utilizarlo en la construcción exprimiendo al máximo sus beneficios.
Posteriormente, las mencionadas 10 claves para construir una casa de madera, que serán:
1. Valorar las posibilidades de construcción.
2. Presupuesto
3. Definir la estructura
4. El muro y la fachada
5. Tabiquería interior
6. Puesta en obra / Construcción
7. Aislamiento
8. Impermeabilización
9. Durabilidad – Protección de insectos y roedores.
10. El gran tabú: El fuego
¡Vamos allá!
Para empezar y antes de abordar las 10 claves para construir una casa de madera, hablaremos de la materia prima; la madera, uno de los materiales más antiguos de construcción.
Lo primero que debemos plantearnos al trabajar con madera como material de construcción, es el origen de la misma. A nivel nacional, la madera en España suele proceder de los bosques de los Pirineos.
En cuanto a sus propiedades, la madera que encontramos en los Pirineos se caracteriza por ser homogénea y de crecimiento lento, hecho que le dota de buena resistencia, además de tratarse ya de por sí de un material flexible y versátil con una muy buena relación resistencia-peso y con innumerables prestaciones constructivas.
Por su abundancia y origen orgánico, consideramos la madera como un recurso renovable y abundante, el cual está considerado cada vez más favorablemente en la industria de la construcción. Es una verdadera apuesta de futuro para afrontar el cambio climático.
En el contexto español, contamos con la garantía de los certificados PEFC o FSC que aseguran que la madera utilizada proviene de bosques locales, así como la legalidad y sostenibilidad de la madera y el mantenimiento de los bosques de donde ésta procede.
La industria de la madera en España se encuentra en pleno crecimiento ya que, como hemos mencionado anteriormente, es un material en auge dentro de la construcción. A pesar de ello, hay que ser conscientes del tipo de vegetación de la que disponemos. Quizás no tenemos los abetos altos y macizos de que disponen en el norte de Europa, pero es igualmente factible el construir casas con maderas locales (también es más económico), utilizando arboles de menor tamaño; pinos, abetos, castaño o eucaliptus.
En los últimos años, se ha empezado a apostar por la producción de elementos de madera de mayor resistencia y longitud y cada vez más, podemos adquirir madera maciza para estructuras de hasta 12 metros de largo en aserraderos españoles. En el País Vasco, por ejemplo, la empresa Egoin produce vigas laminadas (de mayor resistencia que las vigas macizas) de grandes dimensiones siempre con madera local.
En cuanto a las propiedades principales de la madera, cabe destacar:
Su capacidad de ser un material de construcción flexible y versátil.
Idoneidad para generar estructuras ligeras tipo Ballon frame (entramado ligero), o el sistema CLT de paneles portantes.
Se trata de un recurso abundante y renovable. Apuesta para afrontar el cambio climático.
Material poroso que sirve de buen regulador de humedad.
Al montarse normalmente en seco, es un material de montaje rápido.
Durabilidad, siempre que se trate y proteja del clima y los insectos o roedores.
Aunque pueda parecer contradictorio, tiene una buena resistencia al fuego.
Por su flexibilidad, se convierte en un material con propiedades antisísmicas.
10 Claves para construir una casa de madera
Ahora si, a continuación os presentamos 10 claves para construir una casa de madera que seguro os serán muy útiles de aquí en adelante.
1. Valorar las posibilidades de construcción
Antes de empezar a diseñar y construir nuestra casa de madera, debemos considerar todas las posibilidades de que disponemos para poder elegir la que más convenga para nuestro proyecto.
Hoy en día, existen infinidad de productos para construir una casa de madera. Disponemos de pilares, vigas, paneles de fibras o contralaminados, pavimentos, aislamientos de celulosa o corcho y un largo etcétera.
Pero, si tenemos claro que queremos una casa de madera natural, deberemos elegir siempre esos materiales que en la medida de lo posible, sean materiales 100% orgánicos y sostenibles, que no contengan o hayan sido tratado con productos tóxicos o que mermen sus propiedades naturales.
Los paneles de fibras por ejemplo deberían descartarse por este hecho, a pesar de que a primera vista pueda parecer un elemento ecológico, la realidad es que los conocidos como paneles OSB son aglomerados con Formaldehido, un componente que ha sido declarado cancerígeno muy peligroso por la Unión Europea.
Esto no quiere decir que descartemos todos los productos y derivados de madera que hayan sido tratados, pero al menos, debemos ir con cuidado con los productos que están en contacto con el ambiente interior de nuestro hogar, es decir con el aire que respiramos o con las superficies que tocamos.
En cuanto al diseño, una casa de madera admite también muchas tipologías, desde viviendas más modernas en las que la madera se trabaja con cortes mecanizados que le dan una apariencia homogénea, hasta casas de fabricación artesanal que dan como resultado casas de estilo rustico.
Finalmente, otra ventaja que nos aporta el construir en madera es que, a diferencia del hormigón que necesita una cierta temperatura de fraguado, la madera es un material de construcción “en seco” por lo que podemos construir en cualquier época del año y en cualquier clima.
Se convierte así en un material de construcción apto para todas las latitudes, aunque ciertamente es más común en países fríos donde la utilización de mortero u hormigón no es habitual ya que la cohesión de la mezcla es mucho más complicada debido a las bajas temperaturas.
2. Presupuesto
Definir un presupuesto máximo es algo importantísimo construyamos en madera o no.
Tener claro el precio que vamos a pagar para nuestra vivienda limita el abanico de elección pero nos ayuda también a priorizar elementos y ser coherentes en nuestra inversión.
No por ello debemos renunciar a la calidad en los materiales y elementos de construcción. Simplemente hay que saber valorar en qué queremos hacer una apuesta de futuro e ir firmes a por ello.
Construir una casa supone siempre conseguir un balance entre metros cuadrados de vivienda, eficiencia energética y calidad de los materiales, establecer qué peso tiene cada uno de los componentes de la balanza en la construcción corresponde al cliente que es quien debe indicar al arquitecto sus necesidades y prioridades.
En nuestro estudio Slow Studio, recibimos en ocasiones a clientes con presupuestos ajustados que quieren construir una casa de madera y la realidad es que construir en madera con un sistema constructivo de calidad es más caro que construir en obra.
En todo caso siempre debemos recordar que la elección del sistema constructivo no debería responder únicamente a una cuestión de gustos si no que la eficiencia energética tiene mucho que decir, una casa de madera no acumula calor del sol y esto es algo muy importante en una casa pasiva por lo que siempre deberemos combinar la madera con otros sistemas como un forjado de hormigón o un muro de ladrillo que nos permitan acumular calor.
3. Definir la estructura
Una de las 10 claves para construir una casa de madera con garantías es la buena elección del sistema estructural. Hoy en día hay empresas que venden casas prefabricadas por catálogo con sistemas estructurales de bajo coste que se fabrican en países del este de Europa y que recuerdan más a la casa de los tres cerditos que a una casa firme para una vida.
La madera es uno de los materiales estructurales más ligeros, con excelentes propiedades mecánicas ya que sus fibras le aportan resistencia a tracción y a compresión.
Además, gracias a su peso medio de tan solo 400 Kg/m3 – que en comparación con el hormigón (2.500 Kg/m3) o el acero con 7.000 Kg/m3 es muy poco -, la madera permite aligerar el total que la estructura transmitirá a la cimentación, así esta puede reducirse en superficie permitiéndonos ahorrar en costes de construcción.
Tema peso a parte, hay otro punto en el diseño que tenemos que determinar. Se trata de la elección tipo de estructura que más le conviene a nuestra vivienda.
Existen hoy en día muchos sistemas estructurales pero, trabajando con la madera como materia prima, los más usados suelen ser el Ballon Frame (entramado ligero) o el sistema CLT (muros portantes de madera) .
El sistema de construcción de madera mediante entramado ligero consiste en una estructura de pilares macizos de sección reducida que se van estabilizando entre si mediante la formación de una especie de cajones a distancias de alrededor 1 metro.
Se trata de un sistema muy conocido sobre todo en los Estados Unidos y Canadá pero que cada vez se está usando más en Europa ya que es un sistema económico y resistente, que reduce el tiempo de montaje y obra además que utiliza un material – la madera – ecológico, renovable y fácilmente reciclable. Con el sistema de entramado ligero podemos realizar proyectos a medida según las necesidades de cada cliente.
Los paneles CLT son paneles contralaminados que se elaboran encolando una sucesión de capas de tablas de madera que en muchas ocasiones procede de maderas del norte de Europa como el abeto rojo.
Disponen del certificado PEFC que garantiza que la materia prima utilizada proviene de una explotación forestal ecológica, económica y socialmente responsable.
Gracias a su gran variedad de formatos, permiten una gran libertad en el diseño arquitectónico. Su montaje es sencillo y se puede hacer en seco, hecho que reduce enormemente el tiempo de construcción.
Además, estructuralmente son muy resistentes y estáticas. Permiten las deformaciones por asentamiento y otras posibles modificaciones post-puesta en obra.
4. El muro y la fachada
Si optamos por utilizar la madera también en las fachadas de nuestra vivienda, tenemos que valorar todas las posibilidades de las que disponemos, y ¡no son pocas!
El mercado dispone de una gran oferta y es el cliente el que debe elegir teniendo en cuenta la estética exterior que desea para su casa. Eso sí, debemos tener en cuenta que la hoja exterior disponga de una hoja protegida contra el agua, una lámina cortavientos y un sistema de protección para evitar que el agua y la humedad suban mediante capilaridad en contacto con el terreno.
Proteger la fachada de la intemperie es vital para asegurar la durabilidad de la vivienda. El mantenimiento de la madera exterior debe hacerse anualmente, tratándola con aceites y barnices de origen natural. Existen productos, como la resina de alerce que , a pesar de dar un tono gris a la madera, es muy resistente y duradera, por lo que evitamos el tener que realizar las tareas de mantenimiento en mucho tiempo.
En realidad en nuestro estudio no solemos recomendar la madera en fachada a no ser que ésta se encuentre completamente protegida del sol o a no ser que trabajemos con maderas como alerce aceptando que adquirirán un tono gris.
La materia prima: Madera
5. Tabiquería interior
Respecto a la tabiquería interior, esta se construye de forma muy similar a los de cartón-yeso pero utilizando madera como elemento tanto estructural como de acabado.
En primer lugar se dispone de una estructura de montantes de madera. El recubrimiento se hace con placas de contrachapado, también de madera, que se fijan a los montantes con tornillos. Es recomendable utilizar tableros con base celulosa (tipo Fermacell).
Las instalaciones y el aislamiento acústico y/o térmico se pueden colocar entre las que separan las estancias y configuran el espacio.
Otra opción sería la de hacer la tabiquería con paneles de madera maciza. En estos casos deberemos pasar las instalaciones por otros puntos y se podrían aprovechar estos muros macizos como estructura de la casa.
Finalmente, en caso de querer disponer de paredes radiantes, un sistema muy saludable de calefacción, deberemos combinar estos tabiques con un panel de mayor inercia térmica que mantenga el calor generado por los tubos de calefacción.
Los acabados superficiales deben aplicarse solo cuando se trate de lugares de mucho uso (se toquen mucho) o tengan riesgo de humedecerse por su contacto con el agua. Además debemos lijar finamente las superficies, dejándolas lisas para evitar astillas que puedan hacernos daño. En el proceso de lijado es muy importante usar mascarillas y disponer de buena ventilación para proteger las vías respiratorios de los polvos que se producen en el proceso de lijado de la madera.
6. Puesta en obra / Construcción
El proceso de puesta en obra es complejo pero, bien hecho, puede repercutir favorablemente al buen funcionamiento posterior de nuestra casa de madera.
En primer lugar debemos controlar ya desde las fases iniciales el nivel de humedad al que están expuestas nuestras maderas. Éstas no deben mantenerse siempre con unas condiciones de humedad del 18% (maderas de interior) y de un 10% en el caso de ser mobiliario.
Los productos de acabado o protección deben aplicarse siempre cumpliendo las instrucciones y siguiendo las indicaciones del comerciante . Las condiciones de temperatura y humedad del ambiente deben estar controladas y la madera debe protegerse siempre de la incidencia de los rayos del sol, ya que estos pueden dañarla.
7. Aislamiento
Captar calor o enfriar una vivienda no sirve de mucho si después dejamos que se disipe. Para ello deberemos colocar un grosor de aislamiento térmico adecuado.
El grosor dependerá sobre todo del clima de la zona en la que nos encontremos pero generalmente solemos utilizar un espesor mínimo de entre 15 y 20 cm.
Hoy en día, en las viviendas convencionales se colocan entre 8 y 12 cm de aislamiento que, si bien suponen una mejora respecto el aislamiento de hace unas décadas, obligan a depender del consumo de calefacciones o aires acondicionados para tener una buena temperatura interior.
Es vital asegurar que no existan puentes térmicos que echen a perder la inversión en el aislamiento. Un puente térmico es un punto de la envolvente dónde, ya sea por un error de diseño, fallo constructivo e incluso desconocimiento, se pierde la continuidad del aislamiento y se genera una pérdida de calor considerable.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que la construcción más efectiva en madera es la que sella completamente los muros ante el paso del aire, funcionando un poco como una casa pasiva en la que conseguimos reducir al mínimo las necesidades de calefacción y refrigeración.
En estos casos es importante pensar en sistemas de ventilación forzada que permiten la renovación constante del aire viciado del interior sin perder las condiciones de confort en las estancias habitables de la casa.
8. Impermeabilización
En las superficies exteriores habrá que impermeabilizar todas las superficies ya que su contacto con la intemperie las hace vulnerables ante la humedad. Como ya se ha mencionado anteriormente, existen resinas y otros tratamientos que protegen la madera, evitando su deterioro y alargando su vida y efectividad.
En el interior, solamente impermeabilizaremos esas zonas que, por su contacto con el agua, sean más susceptibles a sufrir las consecuencias de la humedad.
En cualquier caso es importante asegurar que los productos que utilizaremos no sean tóxicos ni contengan disolventes que puedan afectar a nuestra salud. Las resinas o productos inocuos deben tener un olor agradable y neutro.
Igualmente, hay que tener en cuenta que la impermeabilización de la madera puede actuar como barrera de vapor y provocar condensaciones en el interior de la vivienda, por ello se recomienda la utilización de una membrana transpirable que permita que la humedad se seque.
9. Durabilidad – Protección de insectos y roedores
La madera es un material orgánico y por ello se deteriora con el agua y con el sol. Sin embargo existe un tercer factor que puede dañar este material. ¡Si!, se trata de los ataques de insectos y roedores.
Los insectos son el principal enemigo de la madera, en especial las termitas. Por ello hay que proteger la madera, sobre todo la de estructuras, muros y techos contra el ataque de esta peligrosa plaga.
La protección más inocua para evitar el tratamiento químico de la madera, pasa por un buen proceso de cortado y secado de la madera en el aserradero, con ello conseguimos que las termitas dejen de estar interesadas en nuestra madera por la falta de nutrientes.
Hoy en día, muchas viviendas particulares se construyen con madera tratada correctamente en aserradero sin ningún tipo de protección química y no son atacadas por ningún tipo de insecto.
10. El gran tabú: El fuego
La última de nuestras 10 claves para construir una casa de madera, hace referencia a un tema que inquieta bastante a nuestros clientes. Aun así, la madera ha sido durante muchos años uno de los principales materiales de construcción y más versátiles.
El fuego puede parecer a primera vista el enemigo directo de la madera pero en realidad no lo es tanto pues hoy en día, los avances tecnológicos y conocimiento sobre el tema han facilitado que podamos construir con este material sin sufrir por el riesgo ante los incendios.
Hay que entender que la madera quema con facilidad pero tan solo en superficie y por este motivo es fácil aumentar su resistencia al fuego incrementando su sección.
Por lo general, los puntos de mayor riesgo de incendio dentro de una vivienda son las cocinas o aparatos electrónicos. El incendio se genera cuando una chispa entra en contacto con algún material inflamable. Estos suelen ser tejidos de cortinas, alfombras o moquetas y en algún caso muebles.
Además la madera es un material de baja conductividad térmica por lo que en caso de incendio la temperatura no se transmitiría fácilmente hacia otras estancias y tardaría en afectar a la estructura y al resto de materiales de la casa.
Al igual que todos los materiales de construcción, la madera, debe cumplir una normativa muy exigente de prevención de incendios. La industria que trabaja en este sector ofrece garantías certificadas que aseguran que la madera que usaremos, ya sea en estructura como en otros elementos constructivos, cumple los requisitos de resistencia al fuego mínimos exigidos por normativa.