Sistemas constructivos

10 ventajas de una casa con cubierta vegetal

Hoy analizamos las 10 ventajas de una casa con cubierta vegetal, una solución arquitectónica con una larga tradición que se está popularizando actualmente.
Publicado el 28 mayo 2019

Hoy vamos a hablar de una solución de cubierta con una larga tradición en la arquitectura vernácula que a día de hoy se está recuperando por sus numerosas ventajas: la cubierta vegetal; y justamente vamos a tratar de definir el por qué a través del análisis de las mismas. Hoy analizamos las 10 ventajas de una casa con cubierta vegetal.

La cubierta vegetal o techo verde es un sistema utilizado desde hace siglos, tanto en el clima frío como pueden ser los países nórdicos, donde cuentan con una larga tradición de cubiertas vegetales de todo tipo como en climas cálidos.

Esto es debido a que las características de aislamiento e inercia térmica son tan beneficiosas que dotan a este tipo de cubiertas de una alta capacidad de adaptación, consiguiendo regular tanto el exceso de calor como de frío, como detallaremos más adelante en este artículo.

En países como Islandia existen casas tradicionales de panes de césped, un tipo de cubierta vegetal muy inclinada realizada con paja que tiene una sorprendente durabilidad de hasta 20 años y todavía se usa en zonas rurales, siendo tan efectiva que no es necesaria calefacción.

Un ejemplo parecido lo encontramos más cerca en nuestro país, donde el hórreo gallego o el chozo extremeño son soluciones que se basan en una cubierta con fuerte inclinación para un pequeño habitáculo.

Actualmente, se está recuperando el uso de la cubierta vegetal gracias a sus ventajas térmicas y es que con razón se suele denominar a la cubierta la quinta fachada del edificio. La cubierta es la parte de nuestra vivienda que recibe mayor incidencia solar y por este motivo, conseguir amortiguar todo este calor mediante un manto vegetal es una de las mejores opciones para regular la temperatura interior de nuestra casa evitando el sobrecalentamiento.

Al cubrirla con un manto vegetal, que incluye una gruesa capa de tierra o vegetación, conseguimos una elevada inercia térmica, es decir que nuestra cubierta acumula el calor del sol. Este calor a su vez se evapora gracias a la humedad que acumula el manto vegetal de tierra y plantas impidiendo que entre en el interior y amortiguando los cambios de temperatura entre noche y día.

 

¿Cómo es una cubierta vegetal?

 

En primer lugar, debemos distinguir entre dos tipos de cubierta vegetal: la cubierta plana y la cubierta inclinada. Como hemos podido comprobar, la tradición es sabia y no es casualidad que la arquitectura vernácula se centre en el uso de la cubierta vegetal inclinada.

Sin embargo, los avances tecnológicos nos han permitido evitar la problemática del estancamiento del agua que se producía en la primera opción. Es por eso que en el caso de las cubiertas vegetales planas hay que prever una capa de drenaje para encauzar el agua excedente.

A continuación, vamos a detallar las distintas capas de las que se compone una cubierta vegetal y describirlas brevemente, antes de pasar a enumerar las 10 ventajas de una casa con cubierta vegetal.

 

Estructura

Como estructura de una cubierta ajardinada sirven todos aquellos techos que puedan soportar la carga que genera, teniendo en cuenta que esta carga será superior a la de una cubierta convencional debido al grosor de tierra y al hecho que ésta en caso de lluvia absorberá el agua aumentando aún más su peso.

 

Aislamiento térmico

El aislamiento térmico nos permite distinguir entre dos tipologías de cubierta en función de su posición: cubierta fría o cubierta caliente.

Básicamente la diferencia entre ambas se encuentra en si constan de una cámara de aire o no.

Y, ¿cómo afecta esta característica en el caso concreto de las cubiertas ajardinadas?

En el caso de una cubierta vegetal fría lo que hacemos es disponer una capa fina de aire entre el aislamiento térmico y el techo verde.

En cubiertas convencionales, esta cámara de aire permite una ventilación necesaria para evitar la condensación del agua y sus consecuencias, como la deterioración por humedad de los soportes de los elementos de cubiertas.

Además, si la llamamos fría es porque está pensada para favorecer el enfriamiento en verano, momento en que la cubierta recibe mucha radiación a lo largo de todo el día y podría acumularla hasta temperaturas insospechadas, sobre todo en climas mediterráneos como el nuestro.

Por otro lado, la cubierta caliente suprime la cámara ventilada y la sustituye por una barrera de vapor, que resolverá el problema de que entre vapor de agua dentro de la capa aislante y pueda condensarse ahí.

 

Capa impermeable

En toda cubierta debe aparecer una capa que asegure su impermeabilización, aunque características como una elevada inclinación pueden ayudar mucho. De hecho, tradicionalmente se delegaba esta parte a características geométricas como el pendiente y el alero.

En la actualidad disponemos de las llamadas membranas de techo, un producto textil sintético que a pesar de su huella ecológica, es el de mayor uso hoy en día aún en casas ecológicas ya que existen pocas alternativas reales en el mercado que cumplan la misma función.

 

Protección de raíces

Suele tratarse de la misma capa que la anterior, aunque también puede añadirse como una capa aparte, que además de evitar el paso del agua al interior, protege la cubierta y su estructura de los posibles daños causados por las raíces de la vegetación que habita en ella.

Esta capa es la consecuencia de trabajar con elementos vivos de los que debemos tener en cuenta su cambio en el tiempo y generar mecanismos para controlarlo.

 

Capa de drenaje

Como hemos comentado previamente, será necesaria una capa de drenaje para evitar el estancamiento del agua en cubiertas planas. Esta misma capa puede usarse para almacenar el agua necesaria para el consumo de las plantas de forma ordenada y evitar así que el sustrato se convierta en barro líquido. En el caso de las cubiertas inclinadas, podemos sustituir esta capa agregando materiales porosos a la capa de soporte.

 

Sustrato y vegetación

El sustrato es la capa que da soporte a la vegetación, dónde se agarran las raíces, sirviendo como nutriente y almacenaje de agua. Así pues, está estrechamente relacionada con el tipo de vegetación que soporte y en función de esta dependerá el espesor que le otorguemos.

Necesitaremos un volumen mínimo para poder soportar y fijar la vegetación, por lo que consideramos sustrato y vegetación prácticamente como una capa única.

En cuanto a la vegetación, siempre es recomendable trabajar con especies locales y en el caso de climas secos o con precipitación variable a lo largo del año, utilizaremos plantas que necesiten poca agua.

 

10 ventajas de una casa con cubierta vegetal

 

Una vez revisadas brevemente cada una de las capas de una cubierta vegetal, entremos en detalle en la enumeración de sus ventajas y es que cada día son más los clientes que llegan a nuestro estudio solicitando este tipo de solución.

 

1 Producción de oxígeno, consumo de dióxido de carbono

 

La vegetación de los techos toma, como todas las plantas, CO2 del aire y libera oxígeno mediante el proceso de fotosíntesis.

En la misma línea, sabemos que las plantas son capaces de filtrar el polvo y las partículas de suciedad mediante la adherencia de sus hojas. A su vez, pueden absorber partículas nocivas como gases y aerosoles, e incluso metales pesados.

Si imaginamos un futuro en el que las cubiertas de los edificios de nuestras ciudades están protegidas por vegetación, esto mejoraría en gran medida la calidad del aire de nuestras urbes.

Así pues, no es de extrañar destacar ésta como una de las 10 ventajas de una casa con cubierta vegetal, puesto que tiene una repercusión a nivel de calidad de aire importante.

 

 

2 Regulación de la temperatura y humedad

 

Debemos considerar las plantas que habitan en una cubierta vegetal como lo que son, elementos vivos e inteligentes capaces de regular naturalmente lo que tantos recursos técnicos hemos invertido siempre en regular artificialmente.

La vegetación reduce las oscilaciones tanto de temperatura como de humedad a través de la evaporación del agua, la fotosíntesis y la capacidad de almacenar el calor de su propia agua.

De este modo, en verano, la cubierta consigue enfriarse evaporando el agua que ha almacenado la vegetación al ambiente.

En invierno, es decir en temperaturas frías y elevada humedad, la estrategia consiste en condensar la humedad en las plantas por la noche. El rocío matutino que todos conocemos implica una recuperación del calor, mediante el almacenamiento del calor de la propia agua, así como una disminución de la humedad, que queda retenida por la propia vegetación.

Todos estos procesos y estrategias minimizan el gasto energético que deberíamos emplear para aclimatar artificialmente nuestra vivienda. Garantiza unas condiciones interiores ideales incluso en climas muy fríos como en Alemania, dónde se han llegado a medir 0ºC para una temperatura exterior de -14 ºC, situando ésta como una de las principales ventajas de una casa con cubierta vegetal.

 

 

3 Apta para todo tipo de cubiertas

 

Si algo llevamos viendo hasta ahora en este artículo es que la cubierta vegetal tiene una capacidad de adaptación que la ha llevado a persistir hasta nuestros tiempos como acertada solución arquitectónica.

Y es que las numerosas ventajas de una casa con cubierta vegetal permiten que este sistema haya sido capaz de reinventarse y adaptarse gracias a los avances tecnológicos, que hoy en día nos permiten llevar a cabo una cubierta vegetal plana o inclinada, fría o caliente, transitable o no.

 

4 Mejora la vida útil de la membrana impermeable del tejado

 

Como explicábamos antes, la capa impermeable del tejado suele solucionarse con una membrana bituminosa, cuya limitación suele ser la degradación a lo largo de los años. En primer lugar, debemos ser conscientes que tal degradación suele darse en cubiertas convencionales debido a inclemencias como calor, frío, lluvia, rayos ultravioletas y viento.

Cabe destacar que la mayor incidencia viene producida por los daños mecánicos consecuencia de los fuertes cambios de temperatura, que dilatan y contraen la membrana a lo largo del año.

La capa de sustrato y la vegetación que se le añade a la cubierta ajardinada permite proteger esta membrana de cualquier inclemencia, así como reducir las oscilaciones de temperatura que generan los mayores daños. Simplemente cabe ser consciente que a su vez deberemos proteger la capa impermeable del crecimiento de las raíces para que no la perforen, mediante una membrana adicional de protección antirraices.

 

 

5 Mayor aislamiento térmico

 

La capa de sustrato junto con la de vegetación puede llegar a sustituir la capa de aislamiento térmico indispensable en la cubierta convencional. Se trata del principal motivo por el que se optaba por esta solución de cubierta tradicionalmente, otra de las 10 ventajas de una casa con cubierta vegetal.

Así pues, además de la capacidad de regulación de temperatura que hemos detallado previamente, cabe destacar que el colchón de aire encerrado en la capa de sustrato hace el efecto de una capa de aislamiento térmico – cuanto más denso y grueso es, mayor el efecto.

Además, una parte de la radiación calórica que emite el propio edificio es reflejada por las hojas y la otra absorbida, disminuyendo así la pérdida de radiación de calor del edificio. Se trataría pues de una especie de efecto invernadero producida por la misma vegetación.

Finalmente, en caso de una vegetación muy densa, esta evitará que el viento llegue al sustrato. Así se evita la pérdida de calor por efecto del viento, llamada pérdida de calor por convección, que supone prácticamente la mitad de la pérdida total de calor a través de la cubierta de un edificio.

 

6 Aislamiento acústico

 

De manera similar, las plantas de una cubierta vegetal son capaces de absorber el ruido a través de un proceso en el que transforman la energía sonora en energía de movimiento y calórica, por lo que la acaban absorbiendo.

Sería un proceso similar al de una alfombra que absorbe la reverberación en una habitación, pero mucho más efectivo.

A este proceso se le suma la capacidad de reflexión y dispersión del sonido por parte de la vegetación. Además, la capa de sustrato consigue una disminución del sonido de alta frecuencia todavía mayor, siendo ideal en una casa con cubierta ajardinada en contacto con vías altamente transitadas.

 

 

7 Protección contra incendios

 

Un ajardinamiento en el techo ofrece una protección ideal contra incendios para techos propensos a tomar fuego gracias a su capacidad de retener agua. Es un problema que encontramos recurrentemente en verano en España, incendios inextinguibles fruto de la sequedad del sustrato en los bosques. De hecho, en países como Alemania los techos verdes se han calificado como incombustibles.

 

8 Integración con el paisaje y con el ecosistema

 

Creo que todos estaremos de acuerdo cuando decimos que no es lo mismo el efecto que puede producir un techo de bitumen gris o de las secas piedras de río que el de la vegetación con su belleza natural, generando un efecto estético que tiene consecuencias positivas psicológicas en quien lo observa.

Hay estudios que demuestran que los movimientos ondulantes de las plantas tienen beneficios tranquilizadores en las personas.

Respecto a la biodiversidad y el ecosistema, cabe destacar que no solo la época del año modifica la apariencia formal del techo verde, sino que también existen variaciones a través del transporte de semillas por parte de pájaros y viento.

Estas consiguen estar todas en armonía y generar una serie de sinergias, como puede ser la polinización de las abejas o la nidación de ciertas especies de pájaros.

Finalmente, respecto al paisaje, cabe decir que una casa ajardinada se ajusta más fácilmente al entorno, sobre todo si este es rural, mucho antes que una casa sin espacios verdes. Cabe destacar el ejemplo propio de la arquitectura tradicional, en que el techo es tan inclinado que se deja caer hasta el nivel del jardín, por lo que la vegetación sube directamente del suelo al techo generando una asombrosa continuidad integradora del verde.

 

 

9 Para todos los públicos

 

Una ventaja de la popularización de una solución de cubierta es que se democratiza. Cuando la oferta del mercado aumenta, se genera una competitividad que abarata los costes al sistematizar y optimizar las soluciones técnicas. Es justamente por este motivo que a día de hoy podemos afirmar que la cubierta ajardinada supone una alternativa a la cubierta convencional para todos los públicos.

Como en tantos otros ejemplos de arquitectura bioclimática que describimos en este blog, en el caso de la cubierta ajardinada pasa lo mismo. El presupuesto inicial que deberemos invertir será un poco mayor, pero el ahorro a largo plazo nos permite amortizar la inversión gracias a las mejoras en funcionamiento de la vivienda como el ahorro climático y el ahorro en mantenimiento.

A la hora de conseguir un presupuesto más ajustado todo parte de la planificación. En Slow Studio, recomendamos que para que un techo verde resulte rentable debe simplificarse mucho su geometría, así como generar inclinaciones leves que facilitarán la sujeción del sustrato.

 

10 Mínimo mantenimiento y sin necesidad de riego

 

Además de todas las ventajas térmicas, funcionales, estéticas y ecológicas de una vivienda con cubierta vegetal, existe todavía una última característica a añadir a nuestra lista de las 10 ventajas de una casa con cubierta vegetal.

En un clima de precipitación variable como el clima mediterráneo, es posible implementar una cubierta verde que no necesite riego, lo que llamamos jardín xerófilo, seleccionando correctamente las plantas que lo componen.

Debemos tener en cuenta que la pluviometría de nuestro clima mediterráneo es poco constante, por lo que no podemos diseñar un jardín que dependa de un aporte constante de agua. Sí es cierto que este tipo de cubiertas xerófilas puede exigir riego en ciertos puntos de su implementación, como es un riego inicial, un riego durante el sembrado e incluso un sembrado posterior a la instalación.

Por todo lo demás, una casa con cubierta vegetal no necesitara ningún otro tipo de mantenimiento. A excepción de la eliminación de arbustos o malas hierbas altas que puedan crecer esporádicamente y conlleven un riesgo para la estructura y capas de la cubierta de nuestra casa.