Proceso de diseño
¿Cómo funciona una casa Passivhaus?

A menudo tratamos el tema de las casas pasivas y ya en algún artículo os hemos introducido el concepto de las casas con sello Passivhaus. En el post de hoy profundizaremos en este concepto intentando explicaros qué es y cómo funciona una casa Passivhaus.
Para ello es bueno refrescar un poco la memoria y repasar primero qué son las casas pasivas, sobre todo de cara a esos clientes que muchas veces nos consultan sobre cómo construir una casa ecológica. Y es que hoy en día disponemos de tanta y tan variada información que es normal sentirse perdido ante las múltiples posibilidades de construcción y diferentes tipos de casas ecológicas que nos ofrece el mercado.
¡Empecemos!
¿Qué es una casa pasiva?
Una casa pasiva es una casa que consigue generar un ambiente interior confortable sin consumo energético. Para conseguirlo, nos servimos de estrategias arquitectónicas y climáticas como podría ser el orientar las ventanas a sur y disponer de muros captadores de calor para sustituir la calefacción con una estrategia natural y sostenible.
En el caso contrario, es decir, si nos interesara refrescar el ambiente, podríamos optar por colocar filtros o toldos delante de las ventanas para protegernos del sol así como servirnos de la ventilación cruzada en fachadas sur – norte para renovar y enfriar el aire interior y conseguir un ambiente fresquito sin necesidad de aire acondicionado.
Si conseguimos astutamente con la ayuda de un arquitecto especializado en arquitectura bioclimática podemos conseguir una casa eficiente que no consume energía para disponer de un ambiente interior confortable.
Finalmente, hay muchos niveles de casa pasiva pues al fin y al cabo su eficiencia dependerá del presupuesto del cliente, el clima del lugar y las posibilidades del terreno.
Una casa pasiva con certificación Passivhaus
Precisamente para idear una forma o sistema que midiera y clasificara el nivel de pasividad de una casa, un equipo de alemanes expertos en eficiencia energética crearon en 1988 el sello Passivhaus.
Este sello otorga una certificación reconocida internacionalmente a aquellas viviendas que cumplan con unas exigencias determinadas a nivel de consumo de climatización y energía primaria.
En primer lugar, el diseño de una casa Passivhaus debe cumplir ciertos criterios basados en estrategias de arquitectura pasiva, reduciendo la necesidad de consumo de calefacción o aires acondicionados para climatizar el interior de la vivienda.
Esto se consigue gracias a un diseño arquitectónico pasivo cuya eficiencia permita que la casa se caliente y se enfríe mediante sistemas naturales y sostenibles. Se capta calor gracias al sol y se disipa el calor mediante las corrientes de aire.
Una vez nuestra casa ha reducido las necesidades de energía y almacenado calor suficiente, el resto de aportación es mínima y se puede conseguir mediante muy poca energía.
Finalmente y como dato más preciso, el sello Passivhaus se le otorga a una casa si ésta incorpora suficientes estrategias de eficiencia energética (buen aislamiento, buena orientación, muros estancos, protección solar en verano, etc.) y consigue llegar a un gasto de calefacción mínimo (por debajo de los 15 KWh/ m2 año).
¿Qué es una casa Passivhaus?
Como referencia, una casa con el sello Passivhaus será aquella que consiga reducir alrededor de un 75% las necesidades de climatización y refrigeración frente a una casa convencional.
Esto implica un gran ahorro energético y económico al mismo tiempo ya que, con una pequeña inversión inicial podemos ahorrar mucho dinero en gastos de calefacción y aires acondicionados, que además de repercutir negativamente en el calentamiento global del planeta, se sirven normalmente de fuentes no renovables y pueden ser perjudiciales para la salud.
En el caso de necesitar un aporte energético extra, las casas con el sello Passivhaus pueden recurrir a sistemas de energías renovables, que no dependan de una compañía de suministro y que respeten el medio ambiente.
La certificación energética Passivhaus
Para ir aclarando y especificando temas, centrémonos ahora en la certificación energética Passivhaus.
Como he mencionado anteriormente, básicamente el sello Passivhaus es un certificado que asegura que nuestra vivienda tiene un gasto menor en calefacción y climatización que una casa convencional, es decir vivimos en una casa de consumo casi nulo o nulo.
Se otorga a casas que respondan a un gasto de calefacción inferior a los 15 KWh/ m2 año, pero en realidad hay otras opciones que debemos tener en cuenta.
Para conseguir la certificación Passivhaus, recomendamos siempre contactar con la ayuda de un estudio de arquitectura experto en el tema y que a su vez, trabaje a la par con certificadores oficiales Passivhaus quiénes se encargan de dar soporte al estudio en todo el proceso de diseño de una casa Passivhaus.
El técnico certificador Passivhaus supervisa todo el proceso de diseño y de construcción de una casa Passivhaus. Al final, realiza una serie de pruebas y mediciones que permiten comprobar y demostrar que se cumplen todos los requisitos que establece este sello para certificar que la casa cumple con los requisitos energéticos del estándar Passivhaus.
Estos requisitos responden a una serie de requerimientos muy concretos sobre el consumo de la vivienda. Se establece que:
- La demanda de calefacción sea inferior a 15 kWh/m2/año
- La demanda de refrigeración sea inferior a 15kWh/m2/año
- La demanda de energía primaria sea inferior a 120kWh/m2/año, (incluyendo la energía que se destina agua caliente y a electricidad).
- Asegurar que la vivienda es prácticamente estanca pero manteniendo una calidad de aire interior saludable, es decir, asegurando las 0,6 renovaciones de aire por hora.
Cómo funciona una casa Passivhaus
Como podemos observar en los requisitos establecidos por el certificado Passivhaus, éste establece además de una menor demanda energética, evitando un excesivo intercambio de aire para ayudar a reducir el consumo en climatización.
Pero la gran pregunta es:
¿Cómo conseguimos cumplir con todas estas premisas?
Hay que asegurar el buen funcionamiento y diseño en diferentes ámbitos arquitectónicos: aislamiento térmico, ausencia de puentes térmicos, ventanas de calidad, inercia térmica y hermeticidad son estrategias básicas a los que debemos prestar especial atención para conseguir una vivienda Passivhaus.
Veamos cada uno de los pasos a seguir para saber cómo funciona una casa Passivhaus.
Aislamiento térmico
En una casa Passivhaus así como en cualquier casa energéticamente eficiente, el grosor del aislamiento siempre es mayor que en las convencionales.
Lógicamente, este grosor dependerá también de la zona climática en la que nos encontremos pero no suelen ser inferiores a los 15 cm de grosor. La función del aislamiento térmico es permitir que el ambiente interior de una casa no se vea influido por las condiciones climáticas del exterior, de modo que sea mucho más fácil controlar su temperatura.
Se busca principalmente evitar que entre el frío en invierno o el calor en verano, para mantener estable la temperatura y humedad interior.
Si a esto le añadimos las estrategias de captación y ventilación natural, conseguiremos mantener una temperatura optima la mayor parte del año sin consumo energético.
Evitar los puentes térmicos
Todo el trabajo e inversión en aislamiento térmico sería en vano si no prestáramos luego atención a los detalles de construcción, dejando puntos de contacto con el exterior sin aislar correctamente.
Un puente térmico es una discontinuidad en el material aislante que se da cuando los detalles constructivos no están bien resueltos y queda algún elemento de fachada o cubierta sin continuidad en el material aislante.
Si trabajásemos en una vivienda convencional, se podrían asumir algún error de este tipo si el resto de partes del edificio están bien aisladas, pero cuando tratamos con una casa cuya voluntad es evitar al máximo las perdidas energéticas, no podemos consentir ningún puente térmico ya que los modelos energéticos de simulación han demostrado que una pequeña discontinuidad puede tener un gran efecto sobre el global del ambiente interior.
Además, un puente térmico es un foco de humedades, puesto que es un punto frío en una superficie cálida, esto genera que la humedad interior condense siempre en dicha zona generando peligrosas humedades y moho muchas veces no visibles por el usuario.
Calidad de las ventanas
Igualmente, las ventanas suponen puntos con riesgo de pérdida de energía, cosa que podría perjudicar al buen funcionamiento de nuestra casa Passivhaus.
Invertir en ventanas que aseguren buena estanqueidad y aislamiento es una de las premisas para entender cómo funciona una casa Passivhaus.
En el diseño de una casa Passivhaus se recomienda usar ventanas con doble acristalamiento con cámara de baja emisión o ventanas de triple cristal. Estas ventanas aseguran la capacidad aislante necesaria, aunque siempre podemos aumentar las prestaciones térmicas para conseguir más aislamiento. No solamente el cristal es importante, sino que el elemento de la carpintería debe disponer de un sistema de rotura de puente térmico y capacidad aislante.
Inercia térmica
La inercia térmica es la capacidad de un material de almacenar calor para liberarlo cuando el ambiente exterior sea más frío. Esta característica permite captar calor durante el día -a través de la radiación solar- y liberarla por la noche cuando el ambiente es más frío y hay necesidad de calentar la vivienda, normalmente a través de muros o paredes gruesas sin capa de aislamiento térmico para permitir que el calor se almacene y disipe cuando se enfría el ambiente.
Hermeticidad
Cuando explicamos cómo funciona una casa Passivhaus, mencionamos que aparte de disponer de un consumo mínimo, la casa debe asegurar el mínimo de intercambios energéticos con el exterior pero respetando unas renovaciones de aire por hora máximas.
Es indispensable tanto para la vivienda como para la salud de sus habitantes que una casa renueve el aire interior, pero a la vez tiene que ser relativamente estanca para evitar filtraciones de aire que puedan alterar la temperatura interior de las estancias.
El sello Passivhaus es estricto en este sentido y exige asegurar que se respeta esta condición mínima de renovaciones de aire por hora.
Si bien el diseño de una casa Passivhaus es completamente estanco, se les conoce como las casas termo, se garantiza la renovación mediante intercambiador de aire frio-calor para asegurar una buena calidad de aire sin necesidad de abrir ninguna ventana. Este punto es el que está siendo más discutido hoy en día ya que es posible asegurar un ambiente interior a la temperatura adecuada sin necesidad de convertir nuestra casa en una casa estanca en la que no entra ningún tipo de aire exterior a no ser que sea mediante el sistema de renovación forzada.
A la práctica, muchas casas pasivas funcionan con sistemas que no se basan en el intercambiador de calor con resultados muy positivos de consumos casi nulos mediante sistemas de energía renovables y sin consumo activo.
Si queréis más información acerca cómo funciona una casa Passivhaus y las diferencias con una casa pasiva convencional, podéis acercaros a nuestro estudio o contactar directamente con nosotros para comentar las ventajas y desventajas de cada opción y poder decidir qué tipo de casa queréis.
La filosofía de nuestro estudio se basa en trabajar día a día con una mentalidad sostenible, proyectando y construyendo casas energéticamente eficientes, casas pasivas que responden a estándares energéticos de consumo casi nulo y si el cliente lo pide es posible llegar a estándares de consumo Passivhaus, aunque como siempre, deberemos poner en una balanza nuestras necesidades y presupuesto para llevarlo a cabo.