Salud y biohabitabilidad
Construir una casa para personas con sensibilidad química múltiple

En los últimos meses han llegado nuestro estudio varias personas afectadas por la enfermedad de hiper sensibilidad química múltiple.
El hecho de que nuestro estudio esté especializado en casas ecológicas y sanas es un valor añadido como arquitectos ya que nuestros diseños cobran más sentido que nunca cuando se trata de diseñar una casa para personas con este tipo de afectación.
¿Qué es lo que tenemos en cuenta cuando nos ponemos en marcha para construir una casa para personas con sensibilidad química múltiple?
Ubicación de la vivienda
Lo primero que tendremos en cuenta es la localización, normalmente las personas afectadas con sensibilidad química múltiple e prefieren vivir alejadas de las grandes ciudades donde se acumulan toxinas y contaminación procedente de los escapes de los vehículos en industrias.
En este sentido, muchas veces nuestra primera tarea trata de dar soporte en la búsqueda y valoración de terrenos para construir una casa.
Las mejores ubicaciones suelen ser a las afueras de una pequeña población lo cual nos permite tener acceso a los servicios básicos y a la vez vivir en un ambiente aislado de amenazas químicas.
En el caso de tener que vivir en una gran ciudad, vayamos a mudarnos o no, la mejor opción sería reformar nuestra vivienda para convertirla en vivienda pasiva según los estándares Passivhaus.
En una casa pasiva Passivhaus no es necesario abrir nunca las ventanas, es una casa totalmente estanca en la que la ventilación se realiza mediante una máquina de recuperación de calor que incorpora filtros de aire.
Esto es efectivo no sólo para ahorrar energía puesto que el aire interior de la vivienda se mantiene a una temperatura estable, sino que además nos asegura que la calidad del aire interior es mucho mejor que la exterior, algo que es imposible que suceda en una vivienda convencional.
Materiales libres de tóxicos
Hoy en día, al igual que ocurre con la alimentación muchos con los materiales de los que se construye nuestras casas incorporan componentes tóxicos nocivos para nuestra salud, el caso más sonado es el del amianto o asbesto una fibra mineral altamente cancerígeno, pero hay muchos otros productos que incorporan componentes cancerígenos y que como se presentan en dosis mínimas se consideran seguros para su utilización en la construcción.
Sin embargo, cuando se trata de nuestra salud, es difícil fiarse de dosis mínimas establecidas por organismos públicos, que difícilmente hacen estudios fiables ya que estos no pueden ser probados en humanos y que no tienen en cuenta en la mayoría de los casos la dio acumulación de distintos componentes tóxicos a lo largo de los años. Además, es muy difícil demostrar la relación causa efecto entre un cáncer o una afectación por sensibilidad A múltiple al cabo de varios años o decenios viviendo en una casa.
Los tóxicos sobre todo son emanados por productos plásticos y fibras minerales, también los barnices y pinturas emanan componentes orgánicos volátiles durante varios años.
La lista es muy larga y compleja y haría falta valorar cada elemento del hogar de forma aislada y en su conjunto para determinar la cantidad de tóxicos presentes en un hogar. Desde alfombras, moquetas, muebles barnizados o lavados, tejidos, pinturas, etc. existen una multitud de fuentes de emanación de pequeñas partículas que en desapercibidas para la mayoría de nuestros organismos y que son la principal causa de la sensibilidad química múltiple.
En general, la recomendación es utilizar materiales lo más naturales posible. Si vamos a construir una casa, es importante tener en cuenta esta recomendación en cada uno de los sistemas constructivos y elementos de interior especialmente en aislamientos de muros, pavimentos y ventanas.
Es importante evitar el PVC por su alta toxicidad durante su proceso de fabricación y destrucción, los aislamientos de fibras como la lana de roca que están impregnados de formaldehído y pinturas plásticas que no sólo impiden que la pared transpiré de forma natural sino que además suelen emanar compuestos pánicos volátiles que son absorbidos por nuestros pulmones.
Una humedad y temperatura adecuadas
Es bien sabido que una humedad demasiado baja o excesiva es una fuente de insalubridad en nuestro hogar, en el caso de que el ambiente sea demasiado seco (con una humedad por debajo del 40%) tendremos un exceso de polvo y en el caso de que el ambiente sea demasiado húmedo (humedad por encima del 70-80%) tendremos un caldo de cultivo de microorganismos y hongos.
En este sentido cobra especial importancia la ventilación y el correcto uso de la calefacción del hogar, hay calefacciones que resecan especialmente el ambiente como las calefacciones mediante aire o convección, es importante ventilar cada día y controlar el nivel de humedad y temperatura.
En este sentido, es preciso tener en cuenta, que la calidad del aire interior puede ser como máximo igual que el aire exterior, no ventilar tan sólo produce una acumulación de aire insalubre en el interior de la vivienda.
Una iluminación adecuada
Es bien sabido, que para estar sanos necesitamos la vitamina D proveniente del sol. No sólo es una fuente de salud sino que además la iluminación natural nos ayuda a regular los biorritmos de nuestro cuerpo a lo largo del día.
No hay nada mejor que despertarse plácidamente con la luz del día.
La luz del sol también ayuda a mejorar la calidad del aire interior pues creo que los rayos UVA son un potente esterilizador natural.
Productos químicos de consumo
Por último, la fuente más evidente de químicos y tóxicos en nuestro hogar, son los productos de limpieza.
Tan sólo es necesario que abráis el armario de limpieza Y echéis un vistazo a las etiquetas de cada una de las botellas, la mayoría tienen advertencias de toxicidad. Inhalar, respirar, tocar estos productos es una fuente de contaminación química directa.
El diseño de una casa para personas con sensibilidad química múltiple y debe tener en cuenta también la utilización de productos de limpieza ecológicos y naturales.
Electromaagnetismo
Por último, el hecho de construir una casa para personas con sensibilidad química múltiple debe tener en cuenta la reducción de ondas electromagnéticas, que aunque se suelen asociar más a la afectación de electro hiper sensibilidad se trata de algo que todos deberíamos evitar.
Son especialmente importantes las emisiones de teléfonos inalámbricos, teléfonos móviles y WIFI. También sería conveniente evitar el uso de microondas y aparatos para escuchar bebés.