Sistemas constructivos

Casa pasiva con estructura de madera

Hoy tratamos los diferentes sistemas, características, funcionamiento y beneficios de la construcción de casas pasivas con estructura de madera.
Publicado el 11 diciembre 2017

Para muchos de nuestros clientes esto de construir una casa pasiva con estructura de madera suena a sistemas de construcción de países nórdicos donde las bajas temperaturas exigen un sistema de construcción estanco y eficiente que disminuya las pérdidas de calor de nuestra casa.

Pero la realidad en nuestro país, a no ser que vivamos en Canarias es que los inviernos son fríos y los veranos cálidos, tenemos 4 o más bien 2 estaciones muy bien diferenciadas que requieren estrategias muy distintas a la hora de abordar la eficiencia energética y en este sentido hoy analizamos cómo es el comportamiento de una casa pasiva con estructura de madera en nuestro territorio.

Y es que la construcción de una casa pasiva con estructura de madera va ganando cada vez más puntos en todas las latitudes siempre que haya disponibilidad de materia prima, ya que se trata de un material renovable, sostenible y que permite unos detalles constructivos de alta eficiencia y al contrario de lo que algunos piensan, todavía tenemos madera en el planeta con sellos de tala controlada que garantizan la renovación de recursos constante.

Para empezar, sería bueno definir el concepto de casa pasiva pues al fin y al cabo será el objetivo de todo diseño. Cuando hablamos de una casa pasiva nos referimos a una casa que consigue generar un ambiente interior confortable minimizando el consumo energético activo, es decir, mediante el uso de recursos naturales como el sol o la ventilación natural.

Se trata de casas que se sirven de estrategias de la arquitectura bioclimática (patios, porches, aberturas a sur, muros que captan y almacenan calor, ventilaciones cruzadas, aislamientos adecuados y un largo etcétera) para regular la temperatura interior e intentar alcanzar el máximo confort posible.

Utilizando la arquitectura bioclimática (o arquitectura pasiva) a nuestro favor, buscamos que los sistemas constructivos y acabados nos ayuden a conseguir una temperatura y humedad interior lo más agradable posible la mayor parte del año.

Asimismo, en meses extremos podemos ayudarnos mediante fuentes renovables como puede ser la energía solar, eólica, biomasa o similar.

En Slow Studio apostamos por la arquitectura bioclimática y pasiva y trabajamos siempre poniendo en práctica estos conceptos y estrategias. En cuanto a casas pasivas, os recomendamos este artículo sobrecomo funciona una casa pasiva que profundiza en el tema y con el que entenderéis mejor su funcionamiento.

¡Ahora ya sí!, teniendo claro el concepto de casa pasiva, introduzcamos otro elemento: la madera como material de construcción.

Empezaremos describiendo diferentes tipos de estructuras que existen en el mundo de la construcción con estructura de madera. Seguiremos explicando de donde podemos extraer la materia prima, como funciona una casa pasiva con estructura de madera, cuánto cuesta y si es segura en caso de incendio.

 

Tipos de estructuras para casas de madera

 

A nivel de estructura, las tipologías más usadas en el ámbito de la construcción son:

 

(a) El sistema de entramado ligero.

 

(b) El sistema de paneles CLT.

Estos sistemas se pueden combinar para adaptarnos mejor a las características de nuestra casa pasiva con estructura de madera.
Describamos antes de nada cada uno de los sistemas para entender mejor su funcionamiento:

 

Sistema de entramado ligero

 

Este sistema estructural nos llega desde la cultura popular tradicional.

Muy usado en todo el mundo, se construye a base de elementos ligeros de madera trabados entre sí. Como la estructura se divide en un entramado de pequeños elementos, no es necesario disponer de grandes bosques para solventar un proyecto que use este sistema. De hecho, en Estados Unidos, se considera como el sistema constructivo más habitual en construcción de casas de madera.

Para que funcione correctamente, el sistema establece una estructura en forma de “cajas” cada 1 – 1,5 metros y con una altura máxima de 9 metros. Estos elementos se cierran con paneles de madera o fibra y se aprovecha la cavidad entre estos para incorporar el aislamiento e instalaciones. Si trabajamos con conciencia ecológica, es recomendable que el aislamiento sea natural, sostenible y transpirable, la fibra de madera es un buen ejemplo.

Tenemos la opción de colocar aislamiento y buena parte de las instalaciones en taller. Este hecho permite ahorrar mucho tiempo en obra, rebajando el presupuesto puesto que en obra, uno de los costes más caros es siempre el tiempo dedicado por el personal de construcción.

En resumen; las paredes se dejan listas en taller mientras en el terreno se preparan los cimientos, que normalmente se realizan en hormigón. Cuando éstos están listos se traslada la casa semi-prefabricada hasta el lugar de montaje. El proceso de construcción de una casa pasiva con estructura de madera en la que se utiliza el sistema de entramado ligero se reduce a una media de 6 meses de trabajo.

 

Paneles CLT

 

En este caso, el sistema estructural funciona a partir de muros de madera contralaminados que, conformados en obra, funcionan como muros de carga que podemos colocar en obra sin necesidad de añadir ninguna estructura adicional. ¡Eso sí!, el aislamiento y el acabado superficial de la fachada se pondrán a posteriori en la zona exterior del muro.

Estos muros de madera contralaminada, están formados por un seguido de varios tableros de madera encolados y sometidos a presión, siempre colocados en sentidos contrarios consecutivamente, es decir; horizontal-vertical-horizontal.

Si por lo que fuera, necesitáramos mejorar la resistencia de los paneles se puede aumentar a 5 o 7 capas que conforman el panel.

Las maderas más utilizadas para este sistema son las de pino, abeto o alerce, entre otras y éstas se pueden combinar entre sí.

Es importante pensar en el diseño y organización del paso de las instalaciones ya que estas pueden quedar incluidas en el interior de los paneles (si estos tienen el espesor adecuado) o en caso contrario, podemos prever huecos y ranuras para facilitar su instalación y registro en el interior de la vivienda.

Combinar los dos sistemas es también una opción que podemos tener en cuenta. En este casos los muros se realizan con entramado ligero de madera, permitiéndonos así prefabricar desde taller las canalizaciones y huecos pertinentes para las instalaciones. Por otro lado, los forjados y techos se conforman mediante estructura de madera contralaminada, permitiendo generar espacios más grandes y cuyo montaje se puede realizar rápidamente en la misma obra.

 

 

Procedencia de la madera para una casa pasiva en nuestro país

 

Actualmente, la situación de la industria de la madera en nuestro país es aún minoritaria. Eso no quiere decir que sea deficiente, sino todo lo contrario.

La madera de nuestros bosques – mayoritariamente los Pirineos – es de gran calidad pero al ser arboles pequeños y delgados las empresas se limitan a la comercialización de sistemas de pequeño formato, como entramados ligeros o paneles contralaminados de pequeño formato. Lamentablemente todavía no se ha conseguido trabajar sistemas de grandes estructuras con madera local.

En comparación, las industrias madereras del norte de Europa producen productos muy estandarizados a precios difíciles de competir y utilizan madera procedente de bosques gestionados por cooperativas de propietarios que se han organizado para gestionar y explotar la madera como la empresa Metsä, (antes, Finnforest).

Gracias a la experiencia de estas empresas y a la calidad de la materia prima – disponen de bosques con árboles grandes y esbeltos – tienen una oferta muy variada en el mercado. Desde productos de pequeño formato con elementos de grandes secciones como podrían ser vigas contralaminadas que pueden llegar a cubrir grandes luces.

Es comprensible, ante esta situación, que la situación del sector de la industria local de madera esté desagregado. Las empresas que lo trabajan son pequeñas y tecnológicamente menos punteras. Destacan solamente 2 o 3 de grandes que trabajan la madera para construcción a pesar de que alguna de ellas no trabaja con madera local y esto, además de ser una desventaja, no contribuye a la activación del sector maderero en nuestro país.

 

¿cómo funciona una casa pasiva con estructura de madera?

 

El funcionamiento de estas casas es muy similar al de las casas pasivas convencionales, con la excepción de que el material de construcción es la madera por lo que algunos sistemas deberán adaptarse a las características de este material.

Una casa pasiva consigue generar un ambiente interior confortable sin consumo energético, utilizando estrategias de la misma arquitectura así como otros sistemas constructivos y de acabados que nos ayuden a regular la temperatura interior e intentar alcanzar el máximo confort posible.

En el caso de una casa pasiva con estructura de madera, deberemos tener muy presente que el aislamiento es algo vital a incorporar en todo el conjunto de la vivienda. Hay que vigilar hasta el mas mínimo detalle para evitar puentes térmicos por los que perdamos energía.

Al mismo tiempo, asegurar la estanqueidad es también muy importante a la hora de mantener las condiciones de confort deseadas durante todo el año. En este punto, tenemos a nuestro favor que , el hecho de construir los paneles o estructuras en taller, los detalles y acabados se pueden detallar y controlar al milímetro gracias a sistemas mecánicos muy precisos como por ejemplo el “corte por control numérico”.

De este modo nos aseguramos de que, utilizando sistemas de construcción con madera podemos conseguir una casa pasiva que incluso sea aprobada por lo que llamamos el sello Passivhaus. Este sello, nacido en Alemania hace más de 20 años, certifica que nuestra casa gasta menos de 15Kwh/m2 año en calefacción, establece un consumo casi nulo de los edificios y fomenta la construcción de edificios energéticamente eficientes y económicamente asequibles.

En casos extremos, podemos optar por incorporar en el diseño de nuestra casa pasiva con estructura de madera, elementos extra que aporten mayor inercia térmica como por ejemplo algún muro o forjado de hormigón o ladrillo.

 

 

¿cuánto se tarda en construir una casa pasiva con estructura de madera?

 

En general, construir una casa pasiva con estructura de madera es algo muy rápido y se puede reducir a unos 6-9 meses en total.

Gracias a la industrialización de los sistemas constructivos en taller que consiguen que la envolvente y la estructura de la construcción lleguen a la obra totalmente finalizadas, se reducen enormemente los plazos de ejecución con una alta calidad de acabados.

Para ello es importante tener un buen planeamiento y organización inicial del proyecto, donde se prevea que la cimentación se realice mientras los módulos estructurales se preparan en el taller. Así, una vez éstos llegan a obra, todo se realizara en seco siguiendo unas pautas preestablecidas de montaje.

En resumen, la puesta en obra suele ser algo de carácter muy práctico y normalmente sin complicaciones.

 

¿cuánto cuesta construir una casa pasiva con estructura de madera?

 

A primera vista, puede parecer que la construcción de una casa pasiva con estructura de madera sea mas cara que la construcción convencional pero, la verdad es que hoy en día, las empresas están optando por este material y disponen de firmes apuestas por sistemas que compiten en el mismo nivel que las construcciones tradicionales.

Además, siempre que construimos una casa pasiva no podemos valorar únicamente el coste por m2 inmediato sino su rendimiento y amortización a medio plazo. La inversión de más que requiere la construcción de una casa pasiva se amortiza en un plazo de entre 5 y 10 años, debido el ahorro que supone en facturas energéticas.

¿Es segura una casa pasiva con estructura de madera en caso de incendio?

 

Tener dudas sobre el comportamiento de una casa de madera ante el fuego es completamente normal. Es más, suele ser precisamente este punto el que nos frena a la hora de optar por este material para construir.

Es cierto que la madera, al ser un material compuesto por fibras de celulosa y lignina – ambos con base de carbono, hidrogeno y oxigeno – es un material combustible e inflamable.

A pesar de ello, debemos entender que su combustión se produce básicamente en superficie por lo que los elementos estructurales – más gruesos – tardaran en verse afectados, si se llega a dar el caso de incendio.

Una estructura de madera tardará más en quemar cuando mayor sea su sección. Cuando quemamos una madera ésta se descompone químicamente formando una capa de carbón superficial que actúa como aislante térmico, retardando así el tiempo de combustión de la misma.

Otra ventaja de este material es su baja dilatación térmica. Por ello, en caso de incendio, los elementos estructurales de madera no se verán afectados por empujes ni deformaciones.

Existe en España un reglamento específico – CTE DB-SE-M: Madera – que determina las exigencias de los elementos de madera estructural.

En él, la madera se cataloga según su reacción ante el fuego ya que, a pesar de tratarse de un material con una reacción moderada al fuego no deja de contribuir a su propagación superficial y a la formación de humos dañinos para la salud.

 

En conclusión, aunque afirmemos que la madera es un material combustible en superficie, a nivel estructural ésta tiene un buen comportamiento y resistencia.

Al ser un material de origen orgánico producirá gases en el proceso de combustión pero no generará residuos tóxicos de ningún tipo.

Por tanto, una casa pasiva con estructura de madera será una buena apuesta de futuro, segura, duradera, sostenible y ecológica.

¡Un acierto!, ¿Te animas?