Proceso de diseño
Construir una casa autosuficiente

A veces llegan clientes al despacho preguntando por casas que no dependan de las redes de agua, gas, electricidad o alcantarillado. ¿Hasta qué punto es posible hoy en día construir una casa autosuficiente y vivir desconectados de la red?
Partiendo de la base de que una casa está pensada para dar respuesta a las necesidades más básicas de protección y bienestar personal, una casa autosuficiente debería dar respuesta a cinco necesidades básicas:
Necesidades de las casas autosuficientes
1- Agua
Necesitamos agua potable para beber y agua limpia (que no potable) para asearnos y regar el jardín o huerto.
2- Saneamiento
Por supuesto habrá que desechar de algún modo el agua utilizada y los residuos orgánicos de alimentos.
3- Electricidad
Hoy en día asumimos que necesitaremos energía eléctrica para iluminar el espacio así como para el funcionamiento de muchos electrodomésticos
4- Fuente de energía para calentar el agua
No podemos olvidar que será necesario conseguir agua caliente tanto para el sistema de calefacción como para el ACS –agua caliente sanitaria destinada al aseo- y cuya energía puede ser la electricidad u otra fuente renovable.
5- Cultivo de alimentos
Si bien la casa puede funcionar sin ningún huerto, es interesante plantear la posibilidad de sentirnos más autónomos cultivando nuestros propios alimentos.
Veamos cómo solucionar estos cinco requerimientos de forma autónoma mediante recursos naturales al alcance de todos con el objetivo de construir una casa autosuficiente y vivir desconectados de la red.
1 Agua
¿De dónde obtenemos el agua para beber y asearnos?
Para la obtención de agua se puede recurrir a dos sistemas diferentes. Si tenemos la suerte de tener agua en nuestro terreno podremos excavar un pozo subterráneo, si no es así, podemos recoger agua de lluvia.
Recogida de agua de lluvia
El sistema por excelencia para conseguir agua es, sin duda, la recogida de agua de lluvia.
El agua se recoge a través de la cubierta de nuestra casa y se lleva a través de los bajantes hasta el depósito que se suele colocar bajo tierra.
Para recoger agua de lluvia nuestra cubierta puede ser plana o inclinada y en cada caso deberemos prever que la recogida de agua empiece una vez se ha limpiado el polvo y suciedad reciente de cubierta y bajantes.
El depósito se coloca enterrado debido a sus grandes dimensiones (puede tener una capacidad de alrededor de 10.000 litros) pero también para conseguir una temperatura estable del agua.
Pozos subterráneos
Los pozos subterráneos se excavan en el caso de que exista agua en el subsuelo de nuestro terreno.
La localización del pozo la marca un maestro zahorí, un oficio tradicional que se basa en la detección de corrientes subterráneas y pozos de agua mediante varillas metálicas o un péndulo.
Para extraer el agua del pozo, deberemos en primer lugar excavar hasta la profundidad en la que se encuentra el agua, que pueden ser varias decenas de metros bajo tierra y posteriormente instalar una bomba de extracción.
Es necesario tener en cuenta que si bien un pozo se suele llenar de forma natural con el tiempo a través de filtraciones de agua subterránea, también puede secarse si el uso es elevado o si, por cualquier motivo, deja de llegarle agua -por ejemplo por motivo de unas obras o movimientos de tierra en un terreno cercano-.
Uso del agua
Construir una casa autosuficiente, implica obtener agua de forma natural, pero puede no ser suficiente si no reducimos y optimizamos el consumo general de la vivienda.
Para ello existe la posibilidad de generar sistemas de reutilización de agua, de forma que el agua que pasa por el lavamanos o la ducha se reutiliza en el inodoro tras un sencillo proceso de filtrado necesario para evitar que aparezcan bacterias durante el tiempo que permanece almacenada en el tanque del inodoro (hasta que tiramos de la cadena).
Veamos cómo funciona el circuito del agua al construir una casa autosuficiente:
– Recogida de agua para beber
Debemos partir de la base de que los ecosistemas de nuestro planeta están altamente contaminados especialmente a raíz de la aparición de la industria química moderna en los últimos 100 o 150 años.
La sintetización de los derivados del petróleo y sus residuos han contaminado ríos, mares y sistemas de agua subterránea. Los tóxicos persistentes de los sistemas acuíferos llegan a nuestro organismo a través del agua o de la comida.
En el año 2013, el Catedrático de Medicina y Salud Pública, Miquel Porta de la Universidad de Barcelona, publicó un estudio en el que se reveló que el 100% de la población europea, acumula al menos tres compuestos tóxicos persistentes en su organismo y que más del 70% de la población acumula 10 o más contaminantes en su cuerpo. Por ejemplo el pesticida DDT se detecta en más del 88% de la población.
Dadas las cifras, no podemos más que intentar prevenir la ingesta de aguas o alimentos contaminados. Si bien podemos comprar en supermercados con alimentos certificados como ecológicos, es importante que el agua que bebemos haya sido filtrada mediante un proceso de osmosis que elimina hasta las partículas más pequeñas.
Por otro lado, no debemos olvidar que el agua es fuente de vida pero no solo para nosotros, también lo es para bacterias y otros microorganismos peligrosos para la salud para los que el agua estancada es el caldo de cultivo perfecto para desarrollarse y multiplicarse.
El almacenamiento de agua en el tanque de nuestra casa requiere un filtrado previo consumo puesto que el más mínimo polvo o residuo orgánico puede generar el crecimiento de microorganismos.
Además, es necesario tener en cuenta que si estamos recogiendo agua de lluvia, ésta pasa primero por el tejado, recogiendo también polvo o impurezas que quedan almacenadas en el tanque. Es por este motivo que se recomienda esperar unos minutos (alrededor de 15-20) según la intensidad de la lluvia antes de iniciar el almacenado para dar tiempo a que la suciedad más reciente corra con las primeras gotas de agua.
El filtrado de agua desde que se recoge hasta su consumo final pasa por distintos filtros:
– un filtro inicial que separa las partículas de mayor tamaño mediante gravedad
– un segundo tratamiento biológico que descompone las partículas de suciedad
– esterilización mediante filtro ultravioleta que elimina microorganismos y bacterias
Pero además, en el caso de agua para consumo, es recomendable que ésta pase también por un proceso de osmosis inversa.
El proceso de osmosis inversa se basa en el proceso natural de osmosis, por el cual dos fluidos diferentes equilibran sus características. La inversa pues, saca provecho de este fenómeno mediante la utilización de una membrana semipermeable entre los dos fluidos. Este filtro deja pasar el agua pero reduce la concentración de iones, metales y contaminantes orgánicos.
Uno de los contaminantes más usuales en las aguas son las fibras de amianto, presentes en tuberías de suministro públicas, se eliminan de forma efectiva mediante osmosis.
– El agua que usamos para el aseo personal
Sin necesidad de pasar por osmosis, el agua de aseo puede ser agua de lluvia filtrada, según el proceso de triple tratamiento de filtrado descrito en el apartado anterior.
Una vez hemos utilizado el agua para asearnos, ésta contiene residuos orgánicos (nuestra suciedad) y jabones (que necesariamente deben ser ecológicos), así que deberemos filtrarla de nuevo antes de almacenarla para reutilizarla en el inodoro.
No obstante, también podemos obviar este último consumo en el inodoro mediante la instalación de un váter seco, que no requiere agua para su funcionamiento y cuyos residuos se transforman en compost que se vierte en la tierra del jardín.
– Agua para regar el jardín
Especialmente si tenemos un huerto de abastecimiento propio, es clave poder regarlo.
El agua para el riego puede tener menor tratamiento ya que no necesita pasar por el filtro de esterilización (filtro ultravioleta) para eliminar los microorganismos pues estos están presentes en la tierra del huerto y son beneficiosos para la misma.
2 Saneamiento
El agua que proviene del váter
Ya sea porque buscamos construir una casa autosuficiente o porque vivimos alejados de la red de saneamiento, hoy en día es posible desconectarse de la red de alcantarillado municipal.
En este sentido, tenemos dos opciones, bien instalar una fosa séptica en casa -que requiere un vaciado periódico mediante camión-cuba- o bien cambiar de mentalidad y olvidarnos del inodoro convencional, apostando por un váter seco.
De hecho, un inodoro convencional consume entre 3 y 6 litros según el tipo de descarga, así que si lo que se busca es la autosuficiencia funcionando mediante agua de la lluvia, el váter seco es seguramente la mejor solución.
Un váter seco funciona por gravedad y los residuos van a parar a un depósito para su compostaje. Consta de un sistema que continuamente está aspirando aire, para impedir que los olores lleguen al cuarto de baño.
El agua que proviene de la ducha
Por su parte, el agua residual de la ducha, lavamanos o del lavaplatos, se puede filtrar mediante plantas en el propio jardín devolviendo el agua al terreno natural, por supuesto en este caso, deberemos utilizar jabones ecológicos que no dañen el medio ambiente.
En este caso, las aguas grises desembocan en un humedal con plantas como juncos donde la arena y las mismas plantas, realizan un proceso natural de filtrado mediante el cual, las raíces absorben los nutrientes que queremos rechazar.
El agua, ya libre de partículas contaminantes desemboca en una laguna o un depósito. Dependiendo de su uso posterior pasará por algún otro sistema de filtraje para acabar de depurar el agua. Se calcula que la superficie del humedal debería de ser unos 5 m² por persona.
3 Energía eléctrica
Para conseguir energía eléctrica a la hora de construir una casa autosuficiente, podemos utilizar placas fotovoltaicas.
Estos paneles pueden bien almacenar energía en baterías o bien convertir la electricidad en calor a través de una bomba de calor o de una máquina de aerotermia, calentando un depósito de agua que bien puede servir para hacer funcionar el suelo radiante como para el agua de ducha.
Almacenar energía
El almacenamiento de energía será un punto clave para disponer de energía cuando sea de noche por ejemplo.
Almacenar energía mediante baterías
De hecho, hoy en día, los medios están continuamente hablando de construir una casa autosuficiente con baterías TESLA. Las baterías TESLA son baterías de almacenamiento de energía eléctrica para uso doméstico cuya implementación es aún incipiente puesto que son todavía muy caras, pero se espera que en pocos años estén al alcance de cualquier hogar.
Este tipo de baterías tienen el tamaño aproximado de una caldera y se quiere promocionar como un electrodoméstico más en un hogar.
Almacenar energía mediante agua caliente
Por otro lado, con las placas fotovoltaicas, también podemos almacenar energía en el agua. Aunque se trata de un sistema poco extendido, puede ser de utilidad cuando la demanda de energía eléctrica no es muy alta.
La energía eléctrica captada por las placas se envía directamente a una bomba de calor o a una máquina de aerotermia que la transforma en agua caliente.
El agua caliente se puede almacenar en un depósito para su uso posterior o bien se puede dirigir al suelo radiante.
Otra opción es utilizar un tipo de acumulador híbrido que usa la energía captada por los paneles para calentar agua de forma directa.
Este tipo de paneles, funcionan de forma híbrida, en el sentido de que cuando hay una demanda de energía eléctrica, ésta se redirige a la instalación de electricidad, mientras que cuando no hay demanda -por ejemplo cuando no estamos en casa-, la energía eléctrica que se crea se utiliza para calentar agua.
Usar la energía eléctrica al construir una casa autosuficiente
Aunque logremos abastecernos de energía renovable, al construir una casa autosuficiente conviene reducir al mínimo el consumo energético de la vivienda.
Cocinar en una casa autosuficiente
Como tratamos de construir una casa autosuficiente, el gas queda descartado desde un inicio por no poder producirlo de forma autónoma.
Evidentemente, la opción más viable hoy en día, son las cocinas eléctricas, cuya electricidad podemos producir mediante paneles fotovoltaicos. En este sentido, descartaremos las cocinas de inducción, ya que éstas emiten fuertes campos electromagnéticos que no son nada buenos para nuestro bienestar.
Como alternativa o como opción para fines de semana o días en los que tenemos más tiempo para dedicar a la cocina, existen las cocinas de leña.
Estas cocinas suelen ser de hierro y están conectadas (opcionalmente) al sistema de calefacción, así que cada vez que cocinamos no solo estamos calentando una superficie radiante para la cocina sino que estamos calentando superficies radiantes para calentar espacios o bien agua para calefacción.
El funcionamiento de los electrodomésticos en una casa autosuficiente
Si poblamos nuestra cubierta de placas, una casa de unos 100 m2 puede producir con facilidad una potencia de unos 4-5 KV de energía eléctrica, como referencia, las casas hoy en día funcionan con una potencia de entre 5 y 10 KV de media.
En este sentido, sabemos que deberemos organizarnos para reducir el consumo eléctrico o bien contar con un generador eléctrico mediante combustible fósil como soporte en momentos de alta demanda (por ejemplo, cuando tenemos invitados).
4 Energía para agua caliente
Antes de nada, será imprescindible reducir el consumo de agua caliente especialmente aquella necesaria para hacer funcionar la calefacción.
Las estrategias de la arquitectura pasiva pueden ser muy útiles a este efecto. Estrategias que pasan por una vivienda que esté bien orientada, bien aislada o que almacene calor mediante la inercia térmica, entre otros.
También podemos contar con las termochimeneas, unos hogares que, además de calentar la estancia en la que están ubicadas, calientan a la vez agua que se almacena en un tanque y puede ser utilizada para calefacción o ducha.
Una buena opción es reconducir este agua hacia un circuito de suelo radiante ya que estos funcionan a baja temperatura.
Para conseguir el agua necesaria podemos optar claro está, por calentarla mediante calderas de leña.
Pero si no queremos tener que cargar con la leña o no tenemos bastante, existe la opción de instalar una caldera de aerotermia por ejemplo. Este tipo de calderas funcionan con electricidad que podemos obtener mediante, como se ha mencionado de las placas fotovoltaicas.
También podemos calentar el agua con paneles solares que, en vez de producir energía eléctrica, calientan el agua a temperaturas altas. De estas placas se puede sacar agua tanto para el sistema de calefacción, como agua caliente sanitaria.
5 Cultivo de alimentos
Cultivar un huerto en una casa no es una idea tan descabellada. Podemos adaptar sus dimensiones a las necesidades y posibilidades de los usuarios. Los cultivos se regaran con el agua de lluvia, tanto directa como indirectamente.
Los alimentos además de permitir un ahorro económico, tienen un alto valor para el que los consume puesto que consumir un alimento de autocultivo genera una gran satisfacción al que ha pasado semanas viéndolo crecer y cuidándolo desde la semilla hasta la mesa.
Sin embargo, no es menospreciable la gran cantidad de trabajo que conlleva la gestión de un huerto de policultivo y se requiere además de paciencia una mínima formación previa para que nuestro huerto se convierta en un proyecto de éxito al construir una casa autosuficiente.
Construir una casa autosuficiente requiere una inversión inicial más elevada que construir una casa convencional, sin embargo su amortización se garantiza en un periodo inferior a 10 años, mucho mejor que la rentabilidad en bolsa.
Hoy en día disponemos suficiente conocimiento y tecnología que nos permite sacarle el máximo partido a los recursos naturales disponibles en nuestro terreno.
El no depender de ninguna red de electricidad, agua o gas, vivir sin pagar facturas de consumo es el sueño de cualquier persona que quiere construir su propio hogar, una opción que además es beneficiosa para el medio ambiente y para las generaciones futuras.
Si te animas a construir una casa autosuficiente no dudes en contactar con nuestro equipo, en Slow Studio somos expertos en construcción de casas ecológicas, autosuficientes y sanas.