Materiales

Aislamientos naturales para una casa ecológica

Hoy analizamos los posibles aislamientos naturales para una casa ecológica, sus implicaciones sobre la salud, la calidad del ambiente interior y el entorno.
Publicado el 10 diciembre 2018

De vez en cuando, en el blog, compartimos temas más concretos a nivel constructivo, ya que es importante entender la diferencia entre una casa ecológica y natural y una que no lo es. Las implicaciones que ello tiene sobre nuestra salud, sobre la calidad del ambiente interior de nuestra vivienda y sobre el entorno.

Los aislamientos naturales son el grupo de productos que han sido poco transformados desde su extracción o fabricación hasta que llegan a la obra. Por ejemplo, un aislamiento de fibra de madera o de corcho prácticamente no ha sido tratado más que con vapor o con presión para darle forma y facilitar la colocación en obra.

Las propiedades naturales de transpirabilidad, absorción de humedad y de absoluta inocuidad para la salud de un material aislante natural como el corcho se mantienen intactas y nos beneficiamos de ellas durante toda la vida.

Por el contrario, si nos fijamos en un poliuretano proyectado, por ejemplo, partimos de un material algo controvertido a nivel ecológico como es el petróleo que va a ser transformado mediante complejos procesos químicos peligrosos para el medio ambiente y que una vez colocado en obra no va a dejar transpirar a las paredes ya que se trata de un plástico impermeable que genera condensaciones y que es peligroso en caso de incendio.

Veamos entonces qué ventajas tiene utilizar aislamientos naturales y cuáles son los aislamientos que debemos utilizar, porque la realidad es que hay muchos aislamientos disfrazados de ecológicos y naturales que no lo son como la lana de roca de la que os hablaré más adelante, un material que genera muchos problemas medioambientales y de salud.

 

¿Por qué construir una casa ecológica con aislamientos naturales?

 

Una casa ecológica es una construcción que respeta el medio ambiente, construida con materiales naturales y que aprovecha al máximo los recursos naturales del sol y de la tierra para lograr el confort de sus habitantes.

Se trata de una casa con un consumo muy reducido tanto en su uso diario como en su construcción. Por esta razón usamos aislamientos naturales para una casa ecológica, puesto que se necesita poca energía para fabricarlos y son materiales naturales que requieren un sencillo proceso de transformación.

Así mismo, igual que el aislamiento, el resto de materiales de construcción de nuestra vivienda también serán naturales y respetuosos con el medio ambiente.

 

 

Características de los aislamientos térmicos

 

El uso del aislamiento térmico se extendió en España hace poco más de medio siglo. Aunque ahora sea algo tan básico para todos los edificios y viviendas, a principios del siglo XX no se colocaba. Poco a poco empezaron a ganar mercado pero, aún hoy en día, se coloca menos grosor de aislamiento del que deberíamos.

Entre las características de los aislamientos térmicos encontramos la lambda, que es el coeficiente de conductividad térmica. Es decir, cuanto menor sea la de un material, menos podrá conducir el calor de un lado del muro al otro y por lo tanto, mayor será la capacidad aislante.

La mayoría de aislamientos tienen una conductividad de alrededor del 0,040 W/mK. Es importante que nos fijemos siempre en las tres cifras después de la coma, puesto que algunas empresas sólo escriben 0,04 para que el valor parezca menor.

Los aislamientos, igual que otros elementos de construcción, también pueden ser higroscópicos, es decir, que pueden tener la capacidad de absorber humedad del ambiente. Gracias a esto, un aislamiento puede absorber el exceso vapor de agua cuando el aire está demasiado húmedo y devolverlo cuando el aire es demasiado seco. Esta capacidad consigue que la humedad se regule de forma natural además de favorecer nuestro bienestar.

También deberemos comprobar la reacción frente al fuego. Los aislamientos y todos los materiales se clasifican mediante la ley europea Euroclases que funciona de una forma similar a la calificación energética de los electrodomésticos. A cada material se le asigna una letra de la A a la F, de forma que los aislamientos con la letra A son productos que contribuyen poco o nada a la propagación del fuego, mientras que los calificados con una F no tienen ninguna característica que los proteja contra el fuego.

 

Aislamientos que se deben evitar

 

Antes de ver la lista completa de los aislamientos naturales para una casa ecológica, veamos ciertos aislamientos que deberemos evitar por sus características.

 

 

-Lana de roca: aunque es de origen mineral y natural, su fabricación implica la fusión de rocas a altas temperaturas, por lo que tienen un alto consumo de energía en su proceso de fabricación. Además, se le añade aditivos y aglomerantes sintéticos en su transformación peligrosos para la salud como el formaldehido, un aglomerante calificado como cancerígeno según la UE y que puede llegar al ambiente interior de nuestro hogar. Esto convierte a la lana de roca en un producto con una elevada huella ecológica nada recomendable.

-Lana de vidrio: el problema ambiental de la fibra o lana de vidrio es que desprende pequeñas fibras en su fabricación e instalación. Estas fibras pueden llegar a nuestros pulmones y se asocian con irritaciones cutáneas y problemas pulmonares para los trabajadores que las instalan.

-Poliestireno extruido: este es un aislamiento que, además de requerir una gran cantidad de energía para su fabricación, proviene de derivados del petróleo. Se trata de aislamientos poco ecológicos en su proceso de extracción y transformación pero que además, una vez los colocamos en obra se convierten en aislantes poco transpirables que generan condensaciones y humedades en el interior de nuestra vivienda.

-Espuma de poliuretano: su origen es 100% petroquímico, tiene mucha carga química y su fabricación es muy costosa en cuanto a energía. A parte de tener una gran huella ecológica, los componentes químicos que contiene son muy poco saludables en su proceso de transformación y como la mayoría de aislamientos derivados del petróleo, no transpiran de forma adecuada.

Aislamientos naturales para una casa ecológica

 

Dicho esto, veamos trabajar con aislamientos naturales para una casa ecológica con el objetivo de conseguir una vivienda sana y natural. Estos aislamientos están ganando cada vez más importancia en la construcción gracias a sus ventajas y sus precios cada vez más competitivos.

 

– Son reciclables y renovables, además de ser biodegradables.

– Se producen con un bajo consumo de energía, por lo que su huella ecológica es muy baja.

– Son saludables. Los aislamientos naturales para una casa ecológica no son tóxicos ni contienen sustancias que puedan resultar nocivas para nuestra salud.

– Permiten que nuestra casa transpire a la vez que son estancos a las corrientes de aire. Un aislamiento excesivo y no transpirable puede llegar a producir condensaciones en algunos puntos de la casa.

– Tienen mucha durabilidad. A diferencia de los aislamientos convencionales, los naturales perduran durante muchos años sin perder sus propiedades.

Corcho

 

El corcho es seguramente el más extendido de los aislamientos térmicos para una casa ecológica. Se obtiene de la corteza exterior del alcornoque y no hace falta talar el árbol para obtenerlo. Esto hace de él un recurso natural renovable, aunque debe utilizarse con moderación ya que se cosecha cada 10 años.

Fue uno de los primeros aislamientos ecológicos en aparecer. Tienen una transmitancia de 0,045 W/mK y se utiliza sobre todo en áreas con posibilidad de humedad como debajo de las baldosas y suelos, en cimientos y en sótanos ya que a diferencia de otros aislamientos naturales como la fibra de madera o la celulosa, el corcho no se degrada con el agua.

 

Cáñamo

 

El cáñamo se obtiene al separar las fibras de una planta que se destinan tanto a la confección de mantas como de aislamientos. Su cultivo es muy sencillo puesto que se trata de una planta rústica que apenas requiere pesticidas y abonos y tampoco necesita irrigación.

Algunos constructores encuentran que el cáñamo en paneles es caro y difícil de cortar, sin embargo, el cáñamo está ganando presencia en el mercado no solo como material de aislamiento si no como sistema constructivo para muros combinado con cal o tierra.

Utilizando cáñamo, se consiguen aislamientos transpirables, cosa que supone una ventaja para el ambiente interior de nuestra casa. Su transmitancia es de 0,041 W/mK por lo que sigue teniendo un buen rendimiento.

 

Lino

 

Las características del lino son muy similares a las del cáñamo, también proviene de una planta de fácil cultivo y produce aislamientos naturales y traspirables.

Tiene una transmitancia de 0,040 W/mK y al igual que el cáñamo, se trata de un vegetal que no es atacado ni por roedores ni por insectos, porque no lo encuentran apetecible. Además, el lino ofrece una buena resistencia mecánica sin tratamientos adicionales, es decir, que las láminas son estables por ellas mismas.

 

Fibras de madera

 

Este aislamiento se obtiene a partir de astillas de madera a las cuales se les incorporan aglutinantes naturales. Se puede obtener de un proceso de reciclaje de los sobrantes de la madera o de pequeñas ramas.

Las fibras de madera tienen un gasto energético algo más elevado en su proceso de fabricación y en su transporte, pero a su vez, es fácil y cómodo de trabajar. Su transmitancia de 0,050 W/mK y también es un buen aislante acústico gracias a su elevada densidad.

 

Celulosa

 

La celulosa se utiliza desde los años 30 en Estados Unidos y en algunos países nórdicos. Hoy en día en España es uno de los más utilizados por su buena relación calidad precio.

Se trata de un conglomerado de residuos de papel que se reciclan. Aunque se requieren ciertas sustancias para tratar la celulosa contra la humedad, es un aislamiento ligero y que necesita poca energía para su fabricación. Tiene una transmitancia media de 0,042 W/mK pero su método de fabricación puede variar sus características en función de la densidad y la técnica empleada.

 

 

Lana

 

Hasta ahora hemos visto aislamientos de origen vegetal, pero en este caso valoramos un aislamiento que tiene origen animal.

La lana es un material aislante muy económico si disponemos de un proveedor local, tiene una transmitancia de 0,040 W/mK y es de los pocos que aumenta su capacidad aislante cuando se humedece.

Hace falta comentar que la lana requiere que se le aplique un insecticida para evitar el ataque de polillas u otros insectos y por lo tanto ya no nos encontramos ante un aislamiento natural libre de tóxicos.

 

Perlita

 

La perlita es otro de los aislamientos naturales para una casa ecológica. Es un mineral que aunque requiere algo más de energía que los otros materiales, sigue siendo totalmente natural y sin complementos tóxicos.

Con una transmitancia de 0,050 W/mK, la perlita es cada vez más frecuente en la construcción convencional. Está compuesto además, de fibras muy porosas y ligeras que se usan también como material aislante ignífugo.

 

Algodón

 

El algodón es un aislamiento natural de origen vegetal que proviene de una planta de fácil cultivo y de bajo impacto medioambiental. Tiene una transmitancia de 0,040 W/mK y la fibra que lo compone tiene una gran resistencia y es fácil de trenzar. Se comercializa en mantas, placas o incluso a granel y se fabrica en distintas densidades, grosores y capacidades aislantes. También se emplea como aislamiento acústico. El algodón es un material muy saludable ya que no requiere la utilización de ningún componente tóxico durante su fabricación para su correcto mantenimiento.

Como vemos, construir con aislamientos naturales para una casa ecológica es importante si queremos ser respetuosos con el medio ambiente y con nosotros mismos, puesto que la calidad de vida también mejora con materiales libres de tóxicos que no emiten sustancias nocivas al ambiente interior de nuestro hogar, algo especialmente importante cuando disponemos de personas de entre los denominados grupos de riesgo como niños, embarazadas, personas con afectaciones inmunológicas o enfermedades respiratorias como asma, personas con SQM y por supuesto ancianos.

Pero no solo los grupos de riesgo, si no que las personas sanas que viven continuamente en un hogar en el que el ambiente interior está cargado de sustancias nocivas están haciendo trabajar continuamente a sus defensas lo que merma poco a poco su salud y estamos hablando de la construcción de casas para una vida, queremos que sean refugios saludables donde vivir una vida plena.

Este es uno de los objetivos que tenemos en nuestro estudio que todas las familias puedan disfrutar de una vida sana en un hogar que se convierta en su refugio diario libre de tóxicos, con un ambiente interior agradable y que por supuesto, el coste en energía no se convierta en una segunda hipoteca que pagamos en forma de facturas de energía cada mes. Como siempre, no dudéis en consultarnos para cualquier duda que pueda surgir.