Proceso de diseño

Construir una casa en un terreno inclinado

Construir una casa en un terreno inclinado puede resultar algo más caro, motivo por el cuál los terrenos suelen ser más baratos. Hoy vamos a ver el por qué.
Publicado el 25 diciembre 2016

Si habéis estado mirando terrenos y tenéis ya algunas referencias de precios, os habréis dado cuenta que los terrenos inclinados siempre suelen ser más baratos que los terrenos planos. Esto es debido a que construir una casa en un terreno inclinado es algo más caro, veamos por qué.

Si bien un terreno plano es más cómodo, hoy en día tenemos suficientes recursos técnicos para aplanar terrenos, realizando movimientos de tierra y muros de contención así ¿por qué un terreno inclinado es más caro?

Pues precisamente por este motivo, construir una casa en un terreno inclinado incrementa el coste de movimientos de tierra con sus correspondientes muros de contención y en determinados casos puede incluso incrementar el coste de la cimentación.

De hecho, por ese motivo, siempre recomendamos contactar con un arquitecto antes de comprar el terreno. Un profesional puede ayudarnos a valorar el sobrecoste de movimiento y contención de tierras y verificar si la cimentación puede suponer también un incremento de presupuesto según catas de geólogo.

En nuestro estudio siempre acompañamos al cliente antes de que realice la compra del terreno para valorar la viabilidad de la construcción, especialmente cuando se trata de construir una casa en un terreno inclinado.

Así, en el post de hoy, analizamos qué implicaciones tiene construir una casa en un terreno inclinada y qué sobrecostes debemos tener en cuenta para de esta forma poder valorar si el ahorro de precio de terreno compensa, algo que dependerá de cada caso pero para lo que os puedo dejar unas recomendaciones clave.

Veremos una serie de recomendaciones para construir una casa en un terreno inclinado sacando el máximo provecho puesto que la pendiente puede condicionar el proyecto, pero también podemos sacar beneficio de la misma, aprovechando el sol o la inercia térmica del propio terreno.

Recomendaciones a tener en cuenta para construir una casa en un terreno inclinado

 

Hemos intentado resumir las 3 recomendaciones a tener en cuenta para construir una casa en un terreno inclinado:

 

1 Valorar la orientación

2 Comprobar el tipo de subsuelo de nuestro terreno

3 Realizar una previsión de ubicación y distribución de la casa

 

1 Valorar la orientación del terreno

 

La orientación de la pendiente será esencial a la hora de construir una casa en un terreno inclinado.

 

Orientación a sur

 

Este es el mejor de los casos que podemos encontrarnos. Una orientación del terreno a sur nos permite colocar una gran fachada en esta orientación y abrir grandes ventanas para captar luz solar.

Además, en caso de adaptar la casa a la pendiente del terreno y construir en distintos niveles, debemos tener en cuenta que esto supone una ventaja ya que dispondremos de varias fachadas orientadas a sur.

 

Otras orientaciones

 

Por supuesto no descartaremos directamente un terreno porque no esté orientado a sur. También hay opciones de construir una casa en un terreno inclinado orientado a este, oeste o norte.

En estos casos será muy importante la presencia de patios u otras estrategias que nos permitan captar luz de sur, especialmente en invierno.

Recientemente hemos diseñado una casa en Cervelló cuyo terreno tenía pendiente a norte, de forma que el sol llega desde la parte superior del terreno.

En este caso, para conseguir luz directa del sol, abrimos un patio en el centro de la casa, de forma que generamos una segunda fachada que capte la luz y el calor del sol.

Además, la parte superior de la casa se diseña con un gran lucernario también orientado a sur que de nuevo tiene el objetivo de incrementar la captación de luz y calor solar.

 

Inercia térmica

 

Cuando vamos a construir una casa en un terreno inclinado también debemos prever que es probable que alguna parte quede semienterrada. Lo que puede parecer un inconveniente puede suponer una ventaja en términos de eficiencia energética.

Una de las características de la tierra es que tiene una gran inercia térmica. Esto quiere decir que la tierra acumula el calor y de hecho, con tan solo enterrar un par de metros la vivienda, conseguimos una temperatura estable de alrededor de 20 grados todo el año.

Lo ideal será enterrar la fachada norte que es la más fría para de este modo mantenerla a una temperatura estable. No debemos tener miedo por posibles humedades, puesto que hoy en día se puede resolver constructivamente con cámaras que permitan la ventilación y el filtrado de agua hacia el terreno sin riesgo de humedades.

Por otro lado, la excavación que realizamos en la pendiente se puede aprovechar además para soterrar un tubo canadiense. Recordemos que la normativa española nos obliga a ventilar las casas de forma directa. Pues bien, soterrar un tubo canadiense es una estrategia muy económica que nos permite aprovechar la inercia de la tierra y precalentar el aire que vamos a introducir para ventilación a través de un tubo inmerso en tierra.

En verano, este aire a 20 grados será suficiente para ventilar la casa a una temperatura adecuada, mientras que en invierno se puede calentar con una pequeña aportación de calor hasta los 22 grados.

 

 

2 Comprobar qué tipo de terreno conforma el subsuelo

 

El tipo de terreno va a determinar nuestra estrategia de ubicación y cimentación de la vivienda.

La cimentación en un terreno en pendiente puede partir de dos estrategias, por un lado y generalmente en caso de pendientes fuertes, podemos optar por no modificar la propia pendiente natural del terreno y simplemente enclavar la casa mediante pilotes de profundidad en el terreno.

Esta es una estrategia común al construir una casa en un terreno inclinado pero de la que deberíamos ser poco partidarios, puesto que una casa de este tipo conlleva perder todo tipo de relación con el terreno natural y convertir nuestra casa en una casa-piso colgada del terreno y conectada mediante escalaras al espacio exterior.

De hecho, esta tipología sería únicamente recomendable en caso de pendientes muy elevadas o terrenos poco cohesivos. En el despacho nos hemos encontrado recientemente con el caso de una casa en un terreno de pendiente extrema en un suelo de muy poca resistencia, en este caso hemos optado por la estrategia de elevar la casa sobre micropilotaje profundo.

Como segunda estrategia de ubicación de la vivienda en un terreno en pendiente, existe la posibilidad de realizar movimiento y contención de tierras.

Esta estrategia nos permite una mayor integración de la vivienda en el terreno además de aprovechar la inercia térmica de la propia tierra.

En este caso la cimentación, una vez realizado el movimiento de tierras será similar a la que podemos encontrar en un terreno plano y que como siempre, dependerá del tipo de subsuelo.

El motivo por el que una casa en un terreno en pendiente suele ser algo más cara que la misma casa en un terreno plano es precisamente este movimiento y contención de tierras previo, que no debería preocuparnos si el terreno es lo suficientemente firme. Por ello, siempre es aconsejable encargar un estudio geotécnico, o al menos, alguna cata para comprobar la firmeza del terreno antes de comprarlo.

 

Posibilidad de realizar un estudio geotécnico

 

Si todavía no hemos comprado el terreno, es normal que queramos comprobar si es bueno sin tener que desembolsar una gran cantidad de dinero (un estudio geotécnico completo cuesta alrededor de 1000 euros), por ello es posible encargar a un geólogo un par de catas que deberemos hacer sobre la zona donde se prevé ubicar la casa (aquí de nuevo es recomendable consultar con un arquitecto que revise la normativa)

Las catas nos dan información sobre la resistencia y la tipología de suelo y nos permiten hacernos una idea de si un terreno es bueno para construir o nos puede generar problemas.

Si con las catas seguimos sin estar seguros, entonces no habrá más remedio que encargar un estudio geotécnico. En algunos casos se puede mirar de pactar con la propiedad sobre quién corren los costes, pero es importante saber que la propiedad no está obligada a facilitarlo para la venta.

El estudio geotécnico sería de alguna forma la continuación de la cata previa. Se trata de información obtenida mediante una serie de catas controladas para el reconocimiento del terreno en relación con la construcción. Es decir, obtendremos todos aquellos datos necesarios para proyectar los cimientos de una casa o edificio.

El estudio geotécnico completo nos da seguridad sobre la composición del terreno y su resistencia para soportar cargas de la construcción.

De hecho, es obligatorio realizar un estudio geotécnico antes de empezar los cimientos en cualquier construcción.

 

Movimiento y contención de tierras

 

Como se ha mencionado en apartados anteriores, al construir una casa en un terreno inclinado, una de las estrategias más habituales y recomendables es la del movimiento y contención de tierras.

Aunque depende de muchos factores, una de las mejores soluciones es adaptarnos a la pendiente del terreno, buscando, en la medida de lo posible la zona más estable y plana para ubicar las zonas principales de la vivienda. De esta forma evitaríamos excesivos muros de contención o movimientos de tierras.

Cuanta menos tierra movamos y menos muros de contención construyamos, menor los costes, pero también evitaremos grandes movimientos de tierras que más allá de causar un importante impacto visual no son coherentes con la morfología del terreno que encontramos. Si hemos comprado un terreno en pendiente debemos adaptarnos a él, respetando sus escorrentías de agua e integrando nuestra vivienda en el entorno.

 

 

3 Realizar una previsión de las posibilidades de ubicación y distribución de la casa

 

Por fin, llegamos al punto que todos estábamos esperando ¿Cómo construir una casa en un terreno inclinado?

Veamos los factores a tener en cuenta cuando planteamos construir una casa en un terreno inclinado en relación a la distribución de la misma.

Lo primero que tendremos que comprobar es a qué cota se sitúa el acceso a la casa.

Hay veces que podemos acceder al terreno tanto por arriba como por abajo, pero en general el acceso desde la calle quedará bien en la parte superior o inferior del terreno.

En segundo lugar, deberemos comprobar en qué dirección está orientada la pendiente.

En base a estos dos datos plantearemos las primeras estrategias de ubicación de la casa, en función de la privacidad en relación a la calle así como de la captación solar. El mejor de los casos, por supuesto será una pendiente orientada a sur con la calle en la parte superior de forma que si abrimos la casa a sur no tendremos vistas desde la calle.

Las estancias denominadas de día como son el salón, el estar, el comedor e incluso la cocina es bueno que se sitúen en la parte más baja de la pendiente. En caso de construir en dos plantas, corresponderían a la planta baja de forma que puedan estar en relación directa con la salida al exterior, conectadas con el jardín y permitiendo, en verano, duplicar su superficie mediante porches, pérgolas o terrazas.

Otro tema importante a plantear cuando vamos a construir una casa en un terreno inclinado es la presencia de patios. Como ya hemos comentado, sobre todo en pendientes que no se orienten a sur, será muy importante conseguir luz y radiación solar.

Además, en el clima mediterráneo, los patios suelen funcionar bastante bien, ya que no tenemos temperaturas muy extremas. Por eso, ventilar desde un exterior con una temperatura un poco más controlada, suele ser beneficioso para climatizar la casa.

Por último, deberemos valorar la colocación de escaleras, construir una casa en un terreno en pendiente implica generar distintos niveles de acceso, vivienda y jardín. Es importante, además de obligatorio, garantizar la accesibilidad a las estancias básicas de cocina, habitación y al menos un baño de una persona con problemas de movilidad que aunque siempre nos viene la cabeza una silla de ruedas, también puede ser una persona mayor o una persona que temporalmente está escayolada.

También es importante pensar en recorridos con escaleras que deberemos hacer cargados con bolsas de compra o con carritos de niños por ejemplo. Es importante que la llegada a casa sea cómoda, quizá la llegada en coche o a pie puede estar directamente conectada con un almacén o despensa que nos permita descargar peso para más tarde organizar la compra desde este almacén a la cocina.

Lo mismo ocurre cuando llegamos cargados con maletas de viaje o con un cochecito de bebé. Es importante que en caso de no poder acceder fácilmente a casa, dispongamos de un espacio cubierto donde poder descargar trastos sin mojarnos.

 

Por supuesto, esto son unas recomendaciones generales sobre las que pensar durante la fase de diseño pero cada caso es un mundo y la combinación de cada uno de los factores requiere soluciones adaptadas a cada ubicación además de a las necesidades de cada familia.

De hecho, este es el motivo por el que en el estudio siempre os recomendamos venirnos a ver desde el principio, antes de comprar el terreno, para valorar si estáis en un lugar adecuado. En el post de hoy he tratado los factores a considerar al construir una casa en un terreno inclinado pero hay muchas otras consideraciones como las líneas eléctricas, la vegetación, las posibilidades de captación de agua o incluso problemas legales y urbanísticos que es esencial que comprobéis antes de tomar la decisión de compra de un terreno.

Podéis contactar con nosotros para hacer una valoración sin compromiso de un caso concreto de terreno.