Interacción social

¿Qué es un Cohousing?

En el artículo de hoy vamos a descubrir qué es un Cohousing o cooperativa de vivienda y cómo puede suponer una solución a la crisis de la vivienda actual.
Publicado el 10 marzo 2018

El término Cohousing o cooperativas de vivienda está de moda. En nuestro país, tenemos un grave problema de acceso a la vivienda entre la gente joven, la falta de acceso a financiación.

¿Quién no se ha sentido solo alguna vez? Incluso rodeados de personas podemos notar el aislamiento social al que las dinámicas de la modernidad nos abocan. Las redes sociales son un buen ejemplo de este falso sentimiento de conexión que se nos vende constantemente.

El modelo de vivienda actual se basa en dos tipos de desarrollos, por un lado está la promoción privada de grandes empresas inmobiliarias que construyen edificios de viviendas tanto en grandes ciudades como en áreas metropolitanas donde ofrecen pisos con jardines y piscinas comunitarias y por otro lado, el modelo de autopromotor que compra un terreno y construye una vivienda aislada.

En ambos modelos la formación de comunidad de vecinos es totalmente aleatoria y responde a las estrategias de venta de la promotora o en el caso de las viviendas privadas aisladas como su propio nombre indica, se trata de desarrollos aislados en los que suele ser difícil formar comunidad más allá de los vecinos cercanos.

Ya sea porque compramos un piso o construimos una casa, nos encontramos con un modelo de vida en el que la comunidad de personas que nos rodea es secundaria. Los vecinos que viven delante de nuestra puerta o en la casa de al lado llegaron a nuestra vida por casualidad y pueden tener intereses, modelos de vida, necesidades, valores, cultura diferente a la nuestra.

 

Poniendo en duda el modelo

 

Los seres humanos somos seres sociales, nuestra felicidad depende de la calidad de nuestras relaciones de familia y amigos, así que es extraño que dejemos las relaciones de nuestro entorno cotidiano en manos de los intereses de un promotor inmobiliario.

Compramos pisos y vivimos en casas donde nuestros vecinos son una auténtica lotería.
Un promotor preocupado principalmente por su cuenta de resultados es quien escoge los grupos de familias que van a vivir juntas y el tipo de casas que van a ocupar.

Algo estamos haciendo mal.

Los grupos de familias deberían unirse antes, saber si son afines y buscar un lugar para vivir decidiendo como serán sus casas. Esto no es nada nuevo, se llama Cohousing, un modelo de habitar que nació en los años 60 en Dinamarca como respuesta a la especulación inmobiliaria.

En Dinamarca, este modelo de viviendas representa el 10% del mercado inmobiliario y se ha expandido con distintas variantes por todo Europa. En España han aparecido recientemente los primeros grupos de familias que autopromueven sus viviendas en forma de cooperativa o comunidad de bienes, como es el caso de la Borda.

¿Qué es un Cohousing?

 

El Cohousing es un modelo alternativo al desarrollo urbano que conocemos. Pretende dar solución al problema de acceso a la vivienda, pero por encima de todo tiene como objetivo una mejora de la calidad de vida de sus usuarios. Esto se consigue mediante el regreso a aquello que nos hace humanos: la capacidad de formar una comunidad que se ayuda y evoluciona gracias al esfuerzo del trabajo en equipo.

CO-HABITAR. La receta es sencilla: un grupo de familias se unen para conseguir un terreno y autopromocionar su futuro hogar, consiguiendo un piso más asequible al expulsar al promotor inmobiliario de la ecuación.

Las variantes de promoción, gestión y organización de un Cohousing son innumerables; pero en resumidas cuentas se basan en un grupo de familias con intereses afines que se unen para comprar un terreno, diseñar y construir sus casas, además, el hecho de formar una comunidad mejora la gestión del día a día y el mantenimiento de la misma pudiendo reducir desplazamientos, colaborar en el mantenimiento el cuidado de los niños y los ancianos o la organización de eventos comunitarios.

 

Vivir en comunidad

 

Sí, es cierto. Ya vivimos en comunidad. Nuestras ciudades están repletas de edificios de viviendas con comunidades de vecinos más o menos bien avenidas. Así ¿cuál es la diferencia entre una comunidad de vecinos y un Cohousing?

Precisamente la intencionalidad de la comunidad es el éxito de una cooperativa de viviendas o Cohousing. La realidad es que prácticamente todas las comunidades de vecinos que existen en nuestro país son comunidades que se han formado de forma aleatoria: un promotor lleva a cabo la construcción de un edificio de viviendas y pone a la venta los pisos a través de una inmobiliaria o más recientemente en una web online.

Los vecinos que van llegando se unen de forma aleatoria, ¿qué probabilidades tenemos de formar un grupo cohesionado de vecinos si lo hacemos de forma aleatoria? Probablemente todos ellos pertenecen a distintos grupos generacionales, tienen distintos niveles socioculturales, necesidades, intereses o estilos de vida.

En un Cohousing el grupo de vecinos se forma previa la construcción del edificio o el conjunto de viviendas, todas las familias se conocen y participan en el proceso de desarrollo y esto no solo mejora su relación y sensación de pertenencia a la comunidad, sino que previamente conocemos y valoramos si queremos vivir con el grupo de personas que forman nuestra futura comunidad de vecinos.

A veces estos grupos salen de círculos ya cerrados como familias que llevan a sus hijos a una misma escuela, grupos de amigos, compañeros de trabajo, las opciones de formación de una comunidad de Cohousing son muchas y lo más importante es que todo el grupo tenga una afinidad e intereses comunes.

La vida en comunidad es posible – no se trata de una utopía ni tampoco de un camino de rosas. Lo que está claro es que el modelo insostenible en el que vivimos, aunque consiguiera serlo a medio plazo gracias a las energías renovables, seguiría siendo un desarrollo que dificulta la relación entre vecinos y familiares por las elevadas distancias entre viviendas y servicios.

Los proyectos de futuro tienen que tener una triple relación: lo público, lo común y lo privado, y un Cohousing alberga esta diversidad espacial. Son los espacios comunes significativos -sin necesidad de perder las prestaciones de la vivienda convencional- los que promueven las interacciones sociales que generan un sentimiento de comunidad.

Así pues, un comedor puede convertirse en un foco de conexión social que irradia hacia el resto de espacios. La selección cuidadosa y conjunta del mobiliario, iluminación y condiciones acústicas invitan a la gente a comer juntos. También la organización comunal influye, pudiendo ir desde cenar juntos una vez por semana hasta hacer la compra conjuntamente. Y todas estas dinámicas mejoran la eficiencia y permiten reducir costes o, lo que es mejor aún, reducir el consumo de recursos.

 

 

Comunidades de vivienda ecológicas

 

Para saber qué es un Cohousing debemos entender lo que es una comunidad de vivienda ecológica, un tipo de Cohousing que va un paso más allá, añadiendo al diseño criterios de eficiencia y salud. Como la amortización de la inversión en instalaciones y sistemas de eficiencia energética o de consumo de agua recaiga sobre el conjunto de los propietarios hace que ésta sea más rápida.

El hecho diferenciador de una cooperativa de viviendas o Cohousing ecológico es el objetivo de conseguir edificios de consumo nulo, construidos según los principios de la arquitectura pasiva, que dispongan de una huella de carbono nula o casi nula y que además se construyan con materiales sanos.

Además, la propia gestión de estos servicios comunes, como puede ser a través del trabajo comunitario, acaba generando el espíritu de comunidad, tan positivo para mejorar la calidad de vida de los habitantes de este tipo de desarrollos.

 

A modo de ejemplo, a continuación se citan algunos de los servicios comunes que pueden incluir los desarrollos de cooperativas de viviendas ecológicas:

– Un aparcamiento centralizado para liberar espacios comunes como áreas verdes. Éste puede disponer de una zona de carga de vehículos eléctricos, con la posibilidad de car-sharing para aquellas personas que no utilizan el vehículo a diario. Lo mismo se puede hacer con vehículos de consumo nulo como son las bicis.

– Un taller comunitario, es decir una zona de trabajo con herramientas para reparaciones de los servicios comunes, el hogar de cada uno, los vehículos…

– Una zona de juego infantil, ya sea interior o exterior, que tenga en cuenta el acceso visual de los miembros de la comunidad para que cualquiera de ellos pueda supervisar a los más pequeños. Además, la diversidad generacional permite que perfiles de personas con más tiempo libre como la gente mayor puedan liberar de la carga del cuidado de sus hijos a otros usuarios, enriqueciéndose de éste intercambio.

– Un jardín central comunitario, cuyo verde acerque los usuarios a la naturaleza, como un oasis que abraza la comunidad y aumenta su calidad de vida.

– Un huerto comunitario y zona de compost, con la posibilidad de tener animales como gallinas para suplir de huevos a la comunidad, generando así más estrategias de autoabastecimiento como comentábamos.

– Habitaciones de invitados comunitarias, la cual cosa evita tener una habitación extra en cada unidad de vivienda y el sobrecoste de calentar este espacio diariamente para las pocas veces que viene alguien.

– Una lavandería comunitaria, que nuevamente haga más eficientes los gastos energéticos e incluso facilite el encuentro de los usuarios alrededor de las tareas cotidianas.

– Una zona de entrenamiento, gimnasio o sauna, que fomente nuevamente la interrelación social a la vez que nos evita pagar/desplazarnos hasta un gimnasio privado.

 

Un ejemplo de comunidad de vivienda ecológica: Hockerton Housing Project

 

Quizá la mejor manera de entender qué es un Cohousing es analizando un ejemplo de desarrollo de comunidad de viviendas ecológicas. Os propongo revisar a fondo el caso de Hockerton Housing Project, un desarrollo de Cohousing ecológico en una zona rural en Inglaterra.

Se trata de un modelo de Cohousing ecológico de casas pareadas en la que viven 5 familias (10 adultos y 5 niños) en 5 casas con cubierta verde, diseñadas con una alta eficiencia térmica, mínima energía incorporada, sin materiales tóxicos y reduciendo el impacto sobre el entorno.

 

Viabilidad urbanística, jurídica y legal

 

Hockerton Cohousing fue autopromocionado por el propietario del terreno, Nick Martin, que propuso que la mitad del proyecto fuera fruto de la autoconstrucción de las familias implicadas, mientras que el 50% restante se lo dejarían a los industriales.

Además, cada familia debía comprometerse a dedicar unas 300 h gratuitas al año a la comunidad. Los arquitectos que diseñaron el complejo, Brenda y Robert Vale, son expertos en el campo de la arquitectura ecológica, por lo que el complejo dispone de un desarrollo técnico y social ejemplar.

 

Desarrollo técnico

 

El diseño de lo que es un Cohousing prioriza la captación solar, por lo que propone una planta alargada en la que se distribuyen todas las estancias nobles orientadas a sur, y se relegan los pasos y servicios a la fachada norte.
Algunas estrategias pasivas de la fachada sur son el aprovechamiento de la inercia del ladrillo, así como la generación de un espacio intermedio que acumule calor como es un invernadero.

Los días soleados se abren de par en par las ventanas ubicadas en la fachada principal para dejar entrar en casa el calor acumulado en el invernadero. Además, dispone de un sistema de ventilación mediante recuperador de calor que se nutre del aire caliente de éste.

También se utilizan ventanas de gran calidad, con triple acristalamiento y cámara de argón y se aprovecha la inercia de la tierra enterrando la fachada norte hasta formar la característica cubierta verde. Tal inercia proporciona una temperatura constante anual de 15ºC.

Los revestimientos interiores también se escogieron cuidadosamente para minimizar la huella ecológica: pinturas sin COV’s, canalizaciones sin PVC, pavimentos de arcilla, paneles de madera sin formaldehido y cocinas formadas por paneles reciclados, entre otros.

Dispone de una doble cubierta, la verde de las viviendas y la del invernadero, que es donde se recoge el agua de lluvia para dirigirse a un depósito de tratamiento y almacenamiento para el consumo; ya que cuando disponemos de una cubierta verde, la recolección de agua es muy poco eficiente.

El residuo líquido de las viviendas se conduce a una depuradora biológica situada en la parte posterior del terreno, cuyo reciclado sirve para el riego. La opción de saneamiento propio es posible si disponemos de espacio, condiciones propias de los desarrollos rurales.

Respecto a las estrategias activas, la comunidad dispone de 2 turbinas eólicas y 7 placas solares que proporcionan electricidad no sólo para la comunidad, sino también para 54 personas del municipio. Los aparatos son de bajo consumo y los inodoros sólo consumen de 1 a 3 litros por descarga.

 

 

Desarrollo social

 

Los residentes de Hockerton son autosuficientes en producción de alimentos de forma ecológica en aproximadamente 2/3 del total de sus necesidades diarias de vegetales, frutas y huevos. Tienen gallinas, pollos, abejas y ovejas que no solo se utilizan para comer sino también para mantener los campos. Además, pescan peces del lago.

El resto de comida se adquiere en comercios de producción local o a través de cooperativa. Disponen de compost orgánico y tienen una política de residuo cero intentando minimizar el uso de plásticos y recipientes de un solo uso.

Toda esta gestión conjunta de la producción y compra de alimentos genera muchas horas de socialización, incrementando así el espíritu de comunidad. De hecho, la dedicación diaria supera las 2 horas en trabajos en huerto, compra de alimentos conjunta y mantenimiento de las instalaciones de autosuficiencia.

Otras dinámicas tan sencillas como la facturación conjunta permiten que, al haber un único contrato de energía, todos vean el gasto del resto, por lo que cada vecino pueda comparar su gasto con otros para una misma casa y tomar conciencia para reducirlo. También se disponen medidores de consumo en los grifos persiguiendo el mismo objetivo.

A nivel de transportes, Hockerton se postula como el caso idílico en el que existe una política activa de compartir vehículos que además suelen ser a pedal. Es admirable ver algunos de los videos de la vida cotidiana de sus habitantes y como se desplazan en todo tipo de carros y artilugios a pedal autofabricados.

 

Biodiversidad

 

En el terreno se diseña un lago, varios estanques y se plantan 4.000 árboles, propiciando la llegada de una gran variedad de especies de aves, pequeños mamíferos e insectos. Los techos de las casas también han ayudado a mejorar la biodiversidad, ya que han sido invadidos por especies locales de plantas salvajes que sirven como hábitat de pequeños mamíferos y ranas.

Como veis, definir qué es un Cohousing es una tarea compleja, pues la opciones de desarrollo y formación de comunidad son tantas como grupos de familias se puedan formar. Sin embargo, el espíritu base es precisamente la formación de una comunidad de familias estables con un objetivo común: el vivir en un entorno a su medida, eficiente, ecológico y con una fantástica relación con sus vecinos.

En nuestro estudio, tenemos en marcha un proyecto de desarrollo de Cohousing y cooperativas de vivienda ecológicas que lanzaremos muy pronto. Si queréis mayor información sobre qué es un Cohousing o entrar a formar parte de una de las comunidades de familia en marcha, podéis contactarnos.