Energía
Eficiencia energética en edificios de viviendas

Este mes abrimos una nueva serie de publicaciones enfocadas a la construcción, diseño y rehabilitación de edificios plurifamiliares, manteniendo como condición básica el cumplimiento de los criterios de eficiencia energética en edificios de viviendas.
Y es que una vivienda Slow también puede formar parte de un edificio de viviendas.
En la actualidad y cada vez más, tanto los gobiernos como la sociedad en general está apostando por un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Las nuevas intervenciones y construcciones deben cumplir unos criterios mínimos de eficiencia energética pero a pesar de ello, parece que los promotores, constructores y demás agentes del sector no acaban de arrancar y se sigue construyendo promociones sin tener en cuenta la eficiencia energética.
En cuanto al parque de viviendas construido, el problema reside en que muchos edificios, casas, equipamientos, sistemas de transporte etc. son antiguos por lo que no cumplen con la normativa actual y necesitarían una gran inversión para hacerlo. De todos modos, y trataremos el tema más adelante, existen técnicas de rehabilitación que permiten cambios significativos en la eficiencia energética de las construcciones intervenidas.
En cuanto a la eficiencia energética en edificios de viviendas de nueva planta, es otro tema. Al partir de cero con el proyecto, si éste ya se desarrolla pensando en la sostenibilidad y apostando por un consumo mínimo proveniente de fuentes renovables, el resultado suele ser un éxito.
Vayamos paso a paso.
En el artículo de hoy empezaremos explicando qué es y cómo se valora la eficiencia energética en edificios de viviendas.
Seguidamente podremos tratar diferentes criterios de diseño bajo la perspectiva de la eficiencia energética en edificios de viviendas, así como ciertas estrategias para minimizar el consumo de las mismas.
Finalmente y cómo conclusiones, valoraremos la viabilidad y futuro de estas construcciones.
¿Que es la eficiencia energética?
Entendemos por eficiencia energética el uso eficiente de la energía.
En arquitectura diremos que un edificio o instalación es energéticamente eficiente cuando consume una cantidad inferior a la media de energía para realizar una actividad. Al mismo tiempo, además de necesitar menos energía para realizar el mismo trabajo, también busca abastecerse de la mayor cantidad posible de energías renovables.
La finalidad principal de la eficiencia energética en edificios de viviendas es la de proteger el medio ambiente mediante la reducción del consumo energético y sobre todo concienciando al usuario a consumir lo mínimo necesario para asegurar su confort.
Las emisiones de CO2 que enviamos a la atmósfera son cada vez mayores. Por ello, la eficiencia energética se ha convertido en una forma de cuidar al planeta, y todo empieza por que seamos nosotros quienes consumamos menos y de forma más sostenible.
Aunque sí es cierto que cada día se promociona y facilita más los productos eficientes, no todos lo son. Para distinguirlos debemos consultar las etiquetas de eficiencia energética cuya función es asegurar la calidad y eficiencia del producto que elegimos.
Tanto en general como en el mundo de la construcción, si optamos por la alternativa eficiente, ésta suele ser siempre un poco más cara pero la inversión se amortiza rápidamente ya que nos permitirá ahorrar mucho en consumo de energía.
Adoptar nuevos hábitos de consumo sostenible y aprender a gestionar la energía para disminuir su consumo en las viviendas son estrategias que contribuyen activamente a cuidar nuestro entorno y ahorrar en muchos sentidos.
Metodología para la calificación de eficiencia energética en edificios de viviendas
Como hemos dicho, consideramos que un edificio de viviendas es más eficiente energéticamente que otro, si, para conseguir el mismo confort, consume menos energía no renovable.
Para conseguir este grado de eficiencia energética en edificios de viviendas, deberemos basarnos en cuatro factores principalmente:
- Utilizar soluciones arquitectónicas de protección pasiva.
- Controlar el rendimiento de los equipos energéticos del inmueble.
- Aprovechar al máximo los recursos renovables de que podamos disponer.
- Gestionar adecuadamente el número y tamaño de las viviendas en relación a la energía que el edificio pueda producir.
El certificado de eficiencia energética para edificios de viviendas es un documento oficial redactado por un técnico competente que incluye información objetiva sobre las características energéticas de un inmueble.
De este modo la vivienda se valora en función de su consumo anual de energía en condiciones de funcionamiento y ocupación normales.
Este certificado tiene en cuenta la producción de agua caliente, calefacción, iluminación, refrigeración y ventilación. Por ello es muy importante tener en cuenta estos aspectos ya desde las fases de diseño del edificio. Apostando por estrategias pasivas, fuentes renovables y una buena organización de los recursos podremos conseguir una buena calificación energética.
El certificado se concluye con la asignación de una etiqueta energética cuya letra – A,B,C,D,E,F,G – nos informará del nivel de eficiencia energética de nuestro edificio, siendo A el más eficiente y G el menos.
Criterios de diseño para un edificio de viviendas eficiente
Los criterios de eficiencia energética en edificios de viviendas serán, grosso modo, los mismos que si tratamos una vivienda unifamiliar.
Se deberá asegurar el confort de todos los usuarios tanto en estancias privadas como, en este caso, en los espacios colectivos.
El ahorro de energía es un segundo criterio básico a seguir cuando proyectamos un edificio de viviendas eficiente. Por ello, para conseguir el confort que mencionamos, podemos apostar por sistemas pasivos de captación y acumulación de energía así como la aportación de energía extra de fuentes renovables.
Todo ello para conseguir un edificio habitable, seguro, cómodo y respetuoso con el planeta.
Diseño de una vivienda eficiente
Para que un edificio de viviendas sea eficiente, deberemos optar por estrategias de la arquitectura bioclimática para conseguir el máximo ahorro energético posible.
Deberemos optimizar al máximo las ventajas que nos aporten el emplazamiento, entorno así como las características climáticas de la zona.
Un segundo objetivo seria el de diseñar el edificio mediante sistemas pasivos de climatización, consiguiendo calentar en invierno y enfriar en verano.
Emplazamiento y orientación del edificio
La posición del edificio debe adecuarse al clima de la zona donde se ubica.
Según la zona climática donde nos encontremos tendremos una determinada exposición al sol y a los vientos locales. Es importante valorar tanto la radiación solar como las temperaturas, humedad relativa, vientos habituales y precipitaciones en las diferentes estaciones del año.
Otro aspecto a tener en cuenta es la morfología del mismo terreno donde ubicamos el edificio. Tener el máximo conocimiento de la topografía y vegetación del solar es importante para determinar el mejor asentamiento del edificio en el terreno.
Volumetría, compacidad y aberturas para un edificio eficiente
Lo mejor para evitar las pérdidas de energía, es disponer de un edificio de diseño simple y forma compacta para reducir la superficie de la envolvente (que es por donde se realizan las perdidas térmicas).
En cuanto a distribución interior, es importante situar las piezas de menor uso (sobre todo durante las horas de luz) a norte. En nuestras latitudes (hemisferio norte), el sol se desplaza de Este a Oeste pasando por el Sur, de forma que la fachada norte, así como las estancias que se ubican en ella, no reciben directamente la radiación solar, suelen ser mas frescas y disponer de una luz indirecta, difusa pero uniforme.
Al tratar este tema podemos introducir también el tema de las aberturas o huecos en fachada según su orientación.
Se recomienda, para conseguir la mejor eficiencia energética en edificios de viviendas, que el 40-60% de las aberturas del edificio se sitúen en la fachada sur, mientras que el restante se distribuya entre este, oeste y norte, siendo éste último el menos perforado.
La fachada: Inercia térmica, reducción de la demanda energética, filtros y color
La fachada es la piel exterior del edificio y por tanto su abrigo principal. Recibe directamente la radiación solar pero también, si hay fallos de diseño, puede ser la parte por la que más energía perdamos.
Dotarle de cierto grueso o tratarla con materiales cuya inercia térmica sea elevada nos ayudará a suavizar la variación de temperatura entre amientes interior y exterior, consiguiendo un adecuado nivel de confort.
A nivel de diseño, el equipo de arquitectos y constructores deben procurar reducir los puentes térmicos al máximo.
También es interesante utilizar sistemas constructivos y materiales que permitan reducir la demanda energética del conjunto del edificio. Es ideal reforzar el aislamiento térmico y su estanqueidad al aire.
Existen sistemas o alternativas muy recomendables a tener en cuenta para conseguir una buena eficiencia térmica en edificios de viviendas. Apostar por cubiertas ecológicas ajardinadas, fachadas vegetales, fachadas ventiladas e incluso fachadas con doble piel de vidrio tratado son opciones de diseño que podemos tener en cuenta a la hora de pensar en el acabado de fachada de un edificio plurifamiliar más sostenible.
Además, para controlar el calentamiento excesivo de las fachadas con mayor incidencia de radiación solar, existen elementos como voladizos, balcones, marquesinas, estructuras con elementos móviles de lamas orientables, persianas, toldos, etc.
Otro aspecto importante a tener en cuenta cuando diseñamos la envolvente o fachada de un edificio de viviendas eficiente, es su color. El color es vital pues interviene o influye directamente en el intercambio energético entre el interior y exterior de la vivienda.
Por lo general, los colores claros facilitan la reflexión de la luz natural y, por lo tanto, ayudan a repeler el calor. En cambio, los colores oscuros facilitan la captación solar.
Se trata de una estrategia que, aunque puede parecer de poca importancia, a la larga nos ayudará a mejorar la eficiencia energética vivienda sin necesidad de una gran inversión.
Ventilación y climatización
La ventilación de un edificio energéticamente eficiente debería utilizar sistemas pasivos como las chimeneas solares o pozos canadienses , ya que garantizan la circulación del aire, su renovación y en el segundo caso además sirven para mantener el ambiente interior temperado todo el año.
Existen también otros sistemas de calefacción pasivos como los invernaderos que nos permiten aprovechar la energía solar que se acumula en su interior debido al efecto invernadero, o los muros trombe , formados por un cerramiento exterior de vidrio más una cámara de aire y un cerramiento de gran inercia térmica, como puede ser la piedra, el ladrillo o el hormigón, y que nos permite también acumular energía, calentar el aire e introducirlo al interior de las estancias mediante unas perforaciones en el muro.
Aprovechamiento del agua
Otro aspecto importante para conseguir una buena eficiencia energética en edificios de viviendas, es el aprovechamiento y reutilización del agua de lluvia y aguas grises, así como los mecanismos de ahorro de agua.
En primer lugar, la instalación de un depósito de almacenamiento y un equipo de bombeo podemos conseguir recoger y aprovechar el agua de la lluvia para el riego y usos domésticos que no impliquen la potabilización del agua.
Las aguas grises, es decir, aquellas que provienen de lavadoras, lavabo y ducha, pueden ser reutilizadas para la cisterna del inodoro instalando un sistema independiente de recogida y canalización de agua hacia el inodoro.
Finalmente, con el simple hecho de instalar mecanismos de ahorro o difusores de agua en grifos, duchas, inodoros etc. podemos ahorrar mucho en el consumo de agua en las viviendas.
Energías renovables
Optar por las energías renovables como fuente principal de energía de un edificio de viviendas, es una opción que consigue reducir mucho el consumo energético y contribuye a disminuir las emisiones de CO2 a la atmosfera.
Por lo general, las energías renovables más empleadas en edificación son: la energía solar térmica, la energía solar fotovoltaica y las calderas de biomasa para calefacción y agua caliente sanitaria.
Viabilidad en edificios plurifamiliares
Teniendo en cuenta todo lo comentado en el artículo de hoy, podemos llegar a la conclusión que, se puede conseguir perfectamente la eficiencia energética en edificios de viviendas plurifamiliares.
Todo pasa por un buen diseño inicial. Es necesario que el equipo de arquitectos que se encarga del proyecto tenga claras estas premisas de ahorro energético y sostenibilidad.
Evitando perdidas energéticas en la fachada, ventanas y otros puntos conflictivos, así como dotando a las viviendas de sistemas de ahorro, aprovechamiento y fuentes de energía renovables, se consiguen buenos resultados y todo ello sin necesidad de una inversión económica muy exagerada.
Nuestro despacho, Slow Studio, tiene a vuestra disposición un equipo de expertos, que estará encantado de resolver cualquier duda que os pueda surgir, o atenderos si estáis interesados en realizar algún proyecto de este tipo con nosotros. ¡Contactadnos!