Proceso de diseño
Diseño de una casa de una planta

Así, llegan muchos clientes a la primera reunión en nuestro estudio que incluso sin todavía tener claro cuál será el terreno dónde se va a construir ya tienen claro que se trata de una casa de una planta o dos plantas.
Algunos incluso llegan con planos de distribución muy claros, con superficies y usos de las habitaciones, otros sin embargo, llegan a ciegas con mucha ilusión pero ninguna idea de cómo será su futura casa.
Si bien todas las opciones son respetables y por supuesto, siempre intentamos respetar antes de nada las necesidades de cada cliente y de cada familia durante el proceso de diseño, la realidad es que la distribución del diseño de una casa de una planta o dos plantas dependerá del terreno que dispongamos y del presupuesto.
Aun así, siempre es bueno valorar cada opción y los pros y contras de construir en una o dos plantas. En el post de hoy nos centraremos en el diseño de una casa de una planta, una opción que siempre es más económica y práctica a no ser que el terreno no lo permita.
Veamos que implica el diseño de una casa de una planta paso a paso:
El diseño de una casa de una planta
1. Ocupación del terreno
Lo primero que deberemos valorar es la superficie total del terreno, en muchas poblaciones el terreno mínimo suele rondar los 400 o 500 m2 a partir de aquí, un terreno grande se considera a partir de 1.000 m2 y muy grande a partir de 2.000 m2. En más de 2.000 m2 ya solemos encontrar parcelas rurales. También podemos encontrar parcelas urbanas de menos de 400 m2 pero suele tratarse de terrenos para construcción de casas entre medianeras ya sean unifamiliares o plurifamiliares.
Si estamos ubicando nuestra casa en un terreno de 400 o 500 m2 probablemente no nos interesa ocupar más de 150 m2 en planta para disponer de suficiente espacio exterior ya sea para aparcar el coche o para disponer de zonas de jardín o piscina. Además, generalmente la normativa nos limita y no nos permite construir más de un 30 o un 40% del total de la superficie de la parcela en planta, lo que se conoce como ocupación de terreno.
Así, si queremos construir una casa de 300 m2 en un terreno pequeño deberemos si o si subir en altura y olvidar el diseño de una casa de una planta para construir como mínimo dos.
Como vemos, en fincas de tamaño convencional, la decisión de construir una casa en una planta o en dos, tendrá una gran importancia en relación con la ocupación del terreno.
Normativas de ocupación
El diseño de una casa de una planta puede entrar en conflicto con la normativa si esta es muy restrictiva o si disponemos de pocos metros cuadrados en nuestro terreno. La ocupación y la edificabilidad son dos conceptos a tener en cuenta en el diseño de una casa.
La ocupación de un terreno es el total de superficie, expresada en porcentaje, que podemos construir en planta, es decir los m2 de techo de nuestra vivienda.
Según la normativa municipal de cada población, la ocupación contabilizará aleros, porches u otros elementos que sobresalgan de las fachadas.
Por ejemplo, en un terreno de 1.000 m2 con una ocupación del 20%, podremos construir una casa que ocupe en planta 200 m2 como máximo. Esto no significa que no podamos construir 2 plantas de 200 m2 una encima de la otra. Para ello deberemos comprobar la normativa relativa a edificabilidad.
La edificabilidad de un terreno nos indica cuántos metros cuadrados totales que se pueden construir en una o varias plantas.
Siguiendo el ejemplo anterior, si disponemos de un terreno de 1.000 m2 con una edificabilidad del 0,3 podremos construir como máximo 300 m2 de vivienda sumando todas las plantas.
Por este motivo, es importante comprobar las normativas antes de decantarse por el diseño de una casa de una planta o de dos plantas. En casos muy restrictivos merecerá la pena valorar la construcción de nuestra casa en más de una planta.
2. Adaptación al terreno
El diseño de una casa de una planta también pasará por la adaptación al terreno. Su inclinación y orientación serán determinantes a la hora de proyectar nuestra vivienda.
Terrenos en pendiente y terrenos planos
Cuando nuestro terreno tiene mucha pendiente, será más difícil y menos recomendable construir una casa de una sola planta ya que esto implicaría más movimiento de tierras y mayores muros de contención, lo que encarecería la construcción.
Además, siempre recomendamos adaptarnos al terreno en la medida de lo posible, puesto que el contacto con el espacio exterior será mucho más directo, además evitaremos grandes movimientos de tierra y grandes muros de contención con el consecuente impacto visual que ello conlleva.
De hecho, muchos municipios limitan la altura y el número total de muros de contención con el objetivo de evitar precisamente muros desproporcionados que estropean la imagen del paisaje natural.
En general, si la pendiente no es demasiado pronunciada no hay ningún problema en construir una casa de una planta, de forma que se puede llevar a cabo un cierto movimiento y contención de tierras para vaciar una superficie suficientemente grande y plana donde situar nuestra vivienda.
En un terreno plano, en cambio, resulta más fácil el diseño de una casa de una planta y no hará falta trabajar con alturas distintas para adaptarse a la parcela.
Orientación, sol y ventilación
La orientación es algo que, aunque no conlleve aumento del presupuesto, sí que influirá en nuestra calidad de vida en la casa.
En el diseño de una casa de una planta es necesario prever qué estancias queremos colocar en cada orientación y qué relación tendrán entre ellas.
La orientación está muy relacionada con la pendiente puesto que ésta nos va a marcar las direcciones de las vistas y privacidad de la parcela. Por supuesto el caso ideal es una pendiente orientada a sur, en la que las vistas se abren hacia el sol. En este caso, además, puede ser efectivo realizar una casa en dos plantas adaptada al terreno de forma que multiplicamos por dos la fachada abierta a sur.
Sin embargo, no siempre es un problema disponer de una pendiente con orientación que no sea sur. Recientemente hemos llevado a cabo un proyecto en Vallromanes en el que nos encontramos que la pendiente estaba orientada a oeste, por lo que adaptamos la casa al terreno para conseguir la máxima fachada a sur.
Además de la orientación, será importante tener en cuenta la ventilación. En nuestro despacho, todos los proyectos están pensados para que, en la medida de lo posible, todas las habitaciones dispongan de ventilación cruzada. De esta forma, conseguimos renovar el aire de forma rápida y efectiva y especialmente en verano, sacar el calor que se pueda acumular en el interior.
3. Ausencia de escaleras
Por supuesto la ausencia de escaleras en el diseño de una casa de una planta tendrá importancia a nivel de accesibilidad en caso de personas mayores, o por ejemplo, si estamos escayolados.
Pero también es importante a nivel de reducción de espacio que destinamos a las circulaciones.
La normativa española de construcción – CTE- obliga a que el ancho de la escalera de una vivienda particular sea como mínimo de 1 metro. Si tenemos en cuenta que una escalera de dos tramos ocupa unos 3 metros de largo, esto resultará en 6 metros cuadrados de nuestra vivienda que estamos destinando solo a la escalera. A todo esto habrá que sumarle las circulaciones de los pasillos que se generaran de nuevo en la segunda planta.
Por lo tanto, en una casa de dos plantas, la proporción de espacios que dedicamos a la circulación será mucho mayor.
¿Es recomendable el diseño de una casa de una planta que más adelante se amplía con una segunda planta?
En general no. Aunque todo se puede hacer, no es recomendable ya que estamos construyendo una cubierta en una primera fase, para después destruirla y subir una planta nueva. Esto es poco coherente.
Normalmente, si queremos plantear una ampliación posterior de nuestra casa, se recomienda ampliarla sobre la misma planta que ya tenemos.
4. Compacidad
La compacidad es un concepto a tener en cuenta en cualquier proyecto. Cuanto más compacta sea una casa, menos metros de fachada tendrá y por lo tanto, habrá menos intercambio de energía con el exterior.
Es decir, una casa muy compacta será más eficiente puesto que no perderá tanta energía en invierno ni se calentará tanto en verano.
Además, esto afectará en el coste total, uno de los elementos más caros de construcción es la fachada puesto que lleva múltiples capas que incluyen aislamientos y acabados que deben estar muy bien ejecutados.
En relación a la compacidad, cuando valoramos el diseño de una casa de una planta o dos deberemos tener en cuenta que al construir una superficie de 200 m² en una sola planta, nuestra vivienda será mucho menos compacta que si la construimos en dos.
5. Posibilidad de introducir patios
Aunque la presencia de patios reduce la compacidad, en el clima Mediterráneo suelen funcionar bastante bien en muchas situaciones.
El diseño de una casa de una planta hace más viable la opción de introducir patios y de que les llegue más luz, puesto que la altura de las paredes que le rodeen será menor. Siempre es interesante valorar la presencia de patios en función tanto de la orientación como del programa.
Los patios nos permiten mejorar la ventilación de los espacios, son fuente de luz y aportar visuales inesperadas en el diseño de una casa de una planta pero también de varias plantas.
6. Accesibilidad de la cubierta
Lógicamente, cuanto menos plantas tenga nuestra casa, más fácil será acceder a la cubierta, bien sea por temas de mantenimiento o bien para usarla como terraza.
De hecho, cuando realizamos en diseño de una casa de una planta en un terreno inclinado es muy fácil acceder a la cubierta desde la parte superior de la pendiente, una circunstancia que muchos de nuestros clientes aprovechan para ubicar una escalera y acceder al espacio de la cubierta.
Ejemplo de diseño de una casa de una planta
En Slow Studio, contamos con el diseño de una casa de una planta de madera, un modelo base que se puede adaptar a las necesidades específicas de cada terreno y de cada familia.
Se trata de una vivienda de 110 metros cuadrados con 3 habitaciones, dos baños, sala de estar – comedor y cocina, a los que se les añade un porche semi-exterior que permite incrementar la superficie de la vivienda en 40 metros exteriores durante los meses de verano.
Este es un ejemplo de diseño de una casa de una planta que funciona según los principios de casa pasiva, es decir, que reduce al máximo el consumo de energía mediante estrategias de diseño como aberturas a sur, ventilaciones cruzadas y un elevado aislamiento.
Se trata de un modelo que busca cumplir con todo lo que hemos tratado hasta ahora:
– Se adapta al terreno con pequeñas modificaciones y colocando el porche a sur.
– Es una casa muy compacta en forma de cuadrado de aproximadamente 10 x 10 metros que reduce las pérdidas de energía a lo largo de la superficie de fachada.
– No hay presencia de escaleras y la proporción de pasillos respeto al total es muy baja. Además, los pasillos se aprovechan para ubicar estanterías para almacenamiento y una mesa de estudio o trabajo conectada con la zona de estar.
– En este caso, no existe la presencia de patios, puesto que se da prioridad a la compacidad y por temas de reducción de presupuesto, pero se podrían incluir sin ningún problema. En este caso concreto, la superficie acotada de la vivienda (110 m2) nos permite ventilar todas las estancias al exterior de forma eficiente.
El diseño de una casa de una planta vendrá siempre ligado al desarrollo del proyecto.
Cada cliente y cada terreno son únicos y diferentes por lo que, aunque en este artículo hemos tratado algunos de los conceptos generales, conviene valorar cada caso y plantear todas las alternativas en relación a las necesidades del cliente y por supuesto, del terreno. En Slow Studio, el despacho del que soy socia, nos reunimos con el cliente desde el primer día hasta finalizar la obra para lograr una casa que de respuesta a cada situación.