Proceso de diseño
Construir una casa biopasiva

Esto de las casa pasivas está de moda. Todo el mundo quiere una casa ecológica, eficiente, pasiva o slow; adjetivos que hacen referencia a la nueva arquitectura. Y es que ya sea porque seamos una familia con cierta consciencia ecológica, o bien porque buscamos un ahorro de energía, la verdad es que es lo que demanda el mercado y esto supone que las empresas se adaptan y venden sus productos como tal.
Aun así, la realidad es muy compleja y multitud de constructores reconvertidos en vendedores de casas por catálogo se apuntan al carro de los adjetivos de moda para etiquetar sus casas como eco. Así que es necesario ir con cuidado y distinguir entre la propaganda de términos y la realidad de las construcciones.
Y es que una casa puede ser muy eficiente y consumir poca energía pero no tener nada de sana ni de ecológica. Una empresa que ofrece casas con estructura de acero, un material con una elevada huella ecológica y que las aisla con poliestireno que es un derivado del petróleo que no transpira y que puede generar condensaciones y moho en nuestros muros puede ser muy eficiente pero no tendrá nada de sana y de eco.
En este escenario aparece el término de casa biopasiva -un término que por cierto fue registrado hace unos años por nuestros compañeros de 100×100 madera- y que hace referencia a las casas pasivas – aquéllas que reducen el consumo energético gracias a un diseño bioclimático- y que además están pensadas para respetar la salud y el bienestar de las personas que la habitan.
En los próximos meses nos hemos propuesto iniciar una serie de artículos que trataran a fondo sobre qué son las casas pasivas y las distintas formas de denominarlas que iremos compartiendo en el blog de nuestro estudio de arquitectura.
En el momento en el que nos planteamos construir una casa biopasiva, la mayoría de personas dudan sobre qué características específicas tiene y qué hay que tener en cuenta para construirla.
En el post de hoy intentaremos explicaros los factores más importantes que hay que tener en cuenta a la hora de construir una casa biopasiva.
¿Qué es una casa biopasiva?
Una casa biopasiva une dos conceptos que ya han ido saliendo en este blog. Se trata de la casa bioclimática, es decir, una vivienda que aprovecha los recursos naturales que le ofrece el lugar, y la casa pasiva que se caracteriza por disponer de una alta eficiencia energética a través de sistemas pasivos, como puede ser la captación y protección solar o un elevado aislamiento.
Como ya se intuye, son dos conceptos que van muy ligados entre si, por el ahorro de energía y el aprovechamiento de las condiciones del clima en que nos encontremos.
Además, no hay que confundir el término de casa pasiva o casa biopasiva con las casas Passivhaus que son un tipo de casa certificada con unas condiciones de aislamiento y estanqueidad específicas que son determinadas por el Instituto Passivhaus de Alemania, entidad que las certifica como tal.
Veamos los principios para construir una casa biopasiva.
Confort en una casa biopasiva
Al pensar en casas bioclimáticas o pasivas, muchas veces nos olvidamos del beneficio que nos aportan este tipo de viviendas a la hora de vivir en ellas. En el caso de nuestro estudio, siempre que es posible utilizamos materiales naturales, sin tóxicos y están hechos con procesos más naturales y respetuosos con el medio ambiente.
Además, al conseguir una temperatura idónea a través de la arquitectura biopasiva, prácticamente no es necesario utilizar sistemas de calefacción o de aire acondicionado, por ello, el ambiente interior se mantiene a una humedad estable de alrededor del 50 % lo que permite un mejor funcionamiento de nuestro sistema inmunitario que no se ve afectado por climas interiores extremadamente secos que propician la aparición de polvo y con él microorganismos patógenos.
Características del terreno
Antes de enfrentarnos a la construcción de una casa biopasiva, es muy importante tener en cuenta el terreno en el que nos situamos. Las características del sitio en el que nos ubicamos definirán muchas de las decisiones que haya que tomar sobre el proyecto.
Ubicación
En el momento de construir una casa biopasiva, seleccionamos el terreno en función de la proximidad de nuestro trabajo o escuelas, lo bien conectado que esté con el transporte público o el tipo de vecindario que busquemos. Todas estas situaciones pueden definir el tipo de casa que tendremos que construir.
Una de las cosas que puede limitarnos más es la normativa que afecte a nuestro terreno. Esta puede restringirnos los metros cuadrados que podemos construir en nuestra parcela o las plantas que podemos tener en altura.
En este sentido, es importante consultar con un experto antes de comprar un terreno y en su caso, hablar con el técnico municipal sobre la normativa que lo afecta, en muchas ocasiones, las normativas municipales limitan sobre la cantidad de metros, número de plantas y distancias con vecinos.
Para todo esto, nosotros buscamos siempre las normativas que se aplican a un terreno antes de que el cliente lo compre. De esta forma aseguramos que construimos una casa con todas las posibilidades que nos ofrecen las condiciones del sitio.
Asoleo
Para construir una casa biopasiva es básico poder aprovechar el sol que llega en nuestra casa. Por esta razón, aparte de escoger una buena ubicación para nuestras necesidades, tenemos que comprobar que esté bien orientada. La mejor orientación posible es, sin duda, a sur, puesto que es de donde nos llegará el sol la mayor parte del día, sobretodo en invierno.
También es importante saber si hay obstáculos que nos tapen el sol como otros edificios próximos o árboles tanto de nuestra parcela como del entorno.
Inclinación del terreno
La inclinación del terreno, aparte de suponernos un incremento en el presupuesto ya que hay mover tierras y construir muros de contención, puede perjudicarnos si no está bien orientada. Si la pendiente es hacia sur puede suponernos ventajas para abrirnos a sur y protegernos del clima exterior en las fachadas a norte.
Si por el contrario la pendiente está orientada a norte, esto supone un esfuerzo en el proceso de diseño arquitectónico para captar el sol. En este caso será necesario diseñar una casa con patios que permitan el acceso del sol a todas las estancias.
Características climáticas
Como hemos comentado al principio del post, para construir una casa biopasiva tenemos que aprovechar el clima de la zona y, por decirlo así, coger lo bueno y aislarnos de lo malo.
Pongamos un ejemplo: en invierno nos serviremos de las ventanas a sur para captar todo el calor que llegue a nuestra casa, una vez tenemos el calor dentro, debemos almacenarlo a través de la inercia térmica de muros o suelos y evitar que se escape a través del aislamiento continuo y estanco para mantener esa temperatura más cálida en el interior.
En verano, como el sol está más alto, los porches nos protegerán de la excesiva radiación y la ventilación cruzada nos ayudará a ventilar la casa para disipar el calor que exista.
De esta forma, dependiendo de las condiciones del lugar utilizaremos los recursos que la arquitectura nos ofrece para adaptarnos al clima existente.
Puntos clave para construir una casa biopasiva
Una vez identificado el terreno y el entorno en que nos situamos podemos empezar a plantear nuestra futura casa. Si hasta ahora, la presencia de un arquitecto no era del todo imprescindible, ahora será de vital importancia escoger un arquitecto que pueda guiarnos en ciertas decisiones y llevar el proyecto de diseño de una casa biopasiva.
Diseño de una casa biopasiva
El diseño de una casa biopasiva empieza por el espacio que va a ocupar la construcción en el terreno y la distribución interior de las habitaciones y zonas comunes. Ambos, dos aspectos esenciales para conseguir sacarle el máximo rendimiento a nuestra vivienda y que funcione bien.
El primer concepto hace referencia tanto a la situación en el solar, como a la forma exterior que va a tener nuestra casa. Con la colocación del edificio buscaremos el mejor lugar para recibir el sol de invierno y, si hace falta, protegernos de los vientos más fuertes de la zona para que no nos perjudiquen en invierno.
En lo referente a la forma, nos interesa una forma más bien compacta, por lo que habrá menos fachada y, por lo tanto, menos intercambio de energía con el exterior. Así impediremos perder la temperatura interior. Esta no es una premisa fija, ya que la cantidad de fachada dependerá también de otros factores como los espacios interiores que tengamos y la inclusión de patios, que resultan muy indicados en nuestro clima.
Recuperando el tema de la distribución de las estancias, tenemos que pensar antes que nada en qué uso les vamos a dar y en qué periodos del día. Por ejemplo, los dormitorios los usamos básicamente por la mañana y por la noche, por eso situarlos en la fachada Este sería una buena opción para disponer de luz en cuando nos levantamos.
Siguiendo esto, la sala de estar y el comedor se ubicarían a sur, ya que requieren de un uso más generalizado a cualquier hora del día. En la fachada norte por otro lado, colocaríamos baños u otros espacios como almacenes, incluso la entrada, de un uso más puntual y que no requieren de una temperatura tan controlada.
Tamaño de las ventanas
Como hemos ido insistiendo desde el principio, a la hora de construir una casa biopasiva, la captación solar va a ser esencial para calentar nuestra vivienda, especialmente en verano. Por eso, para disponer de suficiente asoleo, el tamaño de las ventanas debería abarcar, según el acristalamiento y la estancia, entre el 12 y el 20% de la superficie de la habitación en planta. Así, conseguiríamos aportar suficiente radiación para reducir al mínimo los gastos de calefacción.
También para conseguir incrementar el ahorro energético, conviene que el acristalamiento sea de entre el 50 al 70% en la fachada que da a sur, en caso de que dispongamos de suficiente masa de acumulación y de utilizar cristal térmico.
No obstante las ventanas no solo las colocamos para conseguir luz y radiación sino también para controlar la ventilación de nuestra vivienda. Es por este motivo que es conveniente colocar ventanas en dos o más paredes para conseguir una ventilación cruzada. Esta nos ayudará a disipar el calor acumulado en verano y a tener un control sobre la ventilación que queremos.
Aislamiento térmico
Una vez conseguimos que la radiación solar entre en nuestra vivienda, nuestro objetivo es mantenerla dentro tanto como sea posible. Para esto es muy importante tener el grosor adecuado de aislamiento térmico en las fachadas.
La cantidad de aislamiento es una de las principales características respecto a las casas convencionales, en las que, aunque se cumplan las prestaciones térmicas mínimas exigidas, no se busca la producción casi nula de energía para garantizar el confort.
Evitar puentes térmicos
Si el aislamiento térmico es un factor tan importante a la hora de construir una casa biopasiva, no podemos permitirnos el lujo de tener discontinuidades en el aislamiento, es decir, puentes térmicos.
Un puente térmico se produce cuando la energía calorífica pasa del interior al exterior de la casa, o al revés, por un punto en el elemento que separa dentro de fuera y que no tiene ningún tipo de impedimento para transmitir calor.
Se da muchas veces a causa de detalles técnicos mal resueltos, por eso es importante revisar y resolver los puntos más conflictivos del proyecto.
Estanqueidad al aire
Todos hemos oído hablar más o menos, del aislamiento térmico y de la estanqueidad al agua, pero de la estanqueidad al aire es un tema que, aun siendo importante, muchas veces se deja de lado.
Después de poner las ventanas del tamaño adecuado en el sitio indicado y de colocar un buen aislamiento térmico para mantener una buena temperatura interior, las filtraciones de aire pueden echarnos a perder todo este trabajo.
Que entre aire donde no debe, actúa como un puente térmico y puede crearnos circulaciones de aire no deseadas. Es importante asegurar las juntas del mismo material ya que suelen ser puntos débiles en la separación interior – exterior.
Inercia térmica
Una vez el calor está dentro de nuestra casa, como ya hemos comentado, debemos retenerlo en el interior tanto como podamos. Para esto, a parte del uso del aislamiento térmico, también nos podemos servir de lo que llamamos inercia térmica.
La inercia térmica es la capacidad de un material de acumular calor para después liberarlo. Así pues, si colocamos elementos con mucha inercia térmica, como podría ser el hormigón o la piedra, en un sitio donde reciba radiación solar, guardará toda esta energía y la liberará cuando la temperatura baje. De esta forma en invierno, los materiales con mucha masa almacenaran calor durante el día y la liberaran durante la noche, ayudando a suavizar la temperatura.
Vistas todas características, nos damos cuenta que construir una casa biopasiva no se diseña como la mayoría de viviendas que encontramos hoy en día. Y como ya intuimos, construir una casa biopasiva no es lo mismo que construir una casa convencional en lo referente al coste. Por ese motivo hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones.
Coste de construir una casa biopasiva
Incremento de coste
Construir una casa biopasiva implica lógicamente un sobrecoste respecto a otros tipos de vivienda que va destinado sobre todo a una mayor cantidad de aislamiento térmico y a ventanas con mejores prestaciones térmicas.
No obstante, este incremento se puede compensar con soluciones constructivas y materiales más sencillos y de procedencia local para ahorrar en transporte.
Además, y lo que más nos interesa, es que esta inversión inicial se amortiza en un tiempo de entre 5 y 10 años como mucho. Por lo tanto, pasado este periodo, habremos recuperado ese sobrecoste y empezaremos a ahorrar toda la energía que no tendremos que usar para calentar o enfriar nuestra casa.
Ahorro energético
Por lo que respeta la energía, construir una casa biopasiva supone un ahorro del orden del 80 al 90% del consumo energético de una vivienda convencional. Esto, lógicamente, supone un ahorro beneficioso tanto para el medio ambiente como para nosotros.
Para cualquier duda sobre como construir una casa biopasiva o si estáis pensado en construir vuestra propia casa, no dudéis en preguntarnos.