Proceso de diseño
Construir según los principios de la bioconstrucción

Si bien es algo que en ocasiones se relaciona únicamente con la construcción de casas de paja o barro, lo cierto es que la bioconstrucción abarca muchísimo más. De hecho, se podría definir en pocas palabras como toda aquella arquitectura que se ejecuta en armonía con las personas y con el entorno natural.
Con las personas, en el sentido de que debemos vivir en una casa sana, libre de contaminantes, cuyos materiales transpiren y con un aire interior sano que se renueva de forma natural.
Con el entorno natural porque hoy en día no es posible plantear una casa que no sea eficiente y sostenible, en el sentido de que el conjunto de procesos de transformación de materias primas naturales y artificiales que son necesarios para llevarla a cabo tengan una huella ecológica nula y cuyo mantenimiento diario se realiza mediante fuentes renovables de energía.
Los orígenes de la profesionalización de la bioconstrucción se remontan a 1977, cuando el Doctor Anton Scheneider, fundó en Alemania el Institut für Baubiologie + Nachhaltigkeit IBN (Instituto de Biología de la Construcción + Sostenibilidad) con el objetivo de estudiar y divulgar la construcción ecológica y sana.
Nueve años más tarde, en 1996 nacía la rama española del Instituto que sería liderado hasta hoy por su principal promotora, la arquitecta Petra Jebels.
Tras más de 30 años de historia, el Instituto de Bioconstrucción es un referente europeo e internacional en materia de construcción ecológica y sana y entre otras funciones se dedica a formar a arquitectos y profesionales de la construcción a través de un riguroso programa de estudios.
Hace unos años el Instituto estableció una serie de reglas de juego que se deben cumplir en todo edificio sano y sostenible. 25 reglas que se han convertido en la definición de los principios de la bioconstrucción y que, siendo sinceros, es la receta mejor guardada de nuestro estudio, aquella que intentamos mejorar con cada proyecto y que tenemos colgada en la pared del despacho.
¡Vamos allá!
Materiales de construcción e insonorización
1- Materiales naturales y no adulterados
Un material que no se puede reciclar, reutilizar o degradar en su ciclo de vida no debería ser considerado apto para la construcción.
Deberíamos, y dicho en plural para referirnos a todos los responsables implicados en un proceso de obra de construcción desde el promotor al arquitecto, pasando por el constructor y las entidades de control y certificación, quienes han de asumir la responsabilidad de no pensar únicamente en el momento presente, sino en 10, 20, 30 o hasta 100 años cuando la obra se degrade, se deban sustituir materiales o se deba rehabilitar o incluso derruir.
¿Qué pasa con las toneladas y toneladas de materiales de construcción necesarios para una obra? ¿Es posible devolverlos al ciclo natural?
2- Materiales inodoros o de olor agradable que no emitan sustancias tóxicas
El olfato es un sentido que en arquitectura se deja muchas veces de lado, pero no conviene despreciarlo puesto que funciona de forma mucho más inconsciente que la vista o el tacto.
El olor de madera de los muebles naturales o el de la vegetación de un patio o jardín puede cambiar la percepción de una estancia o una vivienda entera.
Por otro lado, es importante tener en cuenta la composición de los materiales y su inocuidad tanto para el medio ambiente como para las personas. La mayoría de productos de la construcción convencional contiene algún tipo de tóxico muchos de los cuáles acaban cediéndose en el hogar con el paso de los años.
Por ejemplo, la mayoría de productos de aislamiento de lana de roca están aglomerados con formaldehído, un componente cancerígeno que si fuera casa de alguno de nosotros, no quisiéramos tener en los muros y que se ha demostrado que está presente en el aire interior de las casas aisladas con este material.
3- Materiales de baja radioactividad
Uno de los mayores problemas de la radiactividad es que el ser humano no tiene sensores naturales para detectarla.
La emisión de rayos radiactivos puede afectar a nuestros procesos biológicos o al crecimiento de las plantas, entre otros. Por este motivo, debemos preocuparnos de reducir al mínimo nuestra exposición a ambientes radiactivos.
Los materiales de baja radiactividad que encontramos en la arquitectura son sobre todo el barro, la cerámica, la madera y la piedra que son a la vez, materiales naturales y sostenibles. ¡Pero cuidado! Hay algunos tipos de piedra con cierta actividad radiactiva, especialmente algunos tipos de mármoles.
4- Protección acústica y antivibratoria orientada a las personas
Para construir según los principios de la bioconstrucción deberemos también protegernos acústicamente.
Hay que prever que el sonido se filtre través del aire pero también a través de los materiales. En el primer caso nos bastará con colocar elementos que reduzcan la transmisión de sonido a través de la masa, como una pared.
Sin embargo, en el segundo caso, para disipar las vibraciones de sonido que se transmiten por los materiales, deberemos evitar que un material sea continuo y que las juntas con otros elementos sean elásticas. Es decir, colocaremos distintas capas de materiales diferentes para que el ruido vibratorio no se transmita de forma directa y pierda fuerza.
Ambiente interior
5- Regulación natural de la humedad atmosférica interior mediante el uso de materiales higroscópicos
Los materiales higroscópicos son aquellos capaces de absorber la humedad de su entorno gracias a su porosidad.
Por ello, la humedad de nuestra vivienda se regulará de forma natural, estos materiales absorberán humedad cuando haya demasiada en el ambiente por ejemplo después de cocinar o ducharnos y la liberarán cuando el ambiente esté excesivamente seco, por ejemplo tras varias horas de calefacción sin ventilación natural.
6- Minimización y disipación rápida de la humedad de la obra nueva
La construcción de una casa implica una gran cantidad de agua que provoca un aumento considerable de la humedad.
Disipar toda esa agua acumulada en el ambiente se puede conseguir a través de la ventilación natural, pero ésta debe ser efectiva y durante un considerable periodo de tiempo que puede llegar a ser de varias semanas o incluso meses.
Es necesario tener en cuenta que antiguamente, en Alemania, tras la construcción de una nueva casa podían pasar varios años hasta que sus propietarios la ocupaban y este periodo estaba específicamente pensado para permitir el secado de la obra.
7- Proporción equilibrada de aislamiento térmico y acumulación de calor
Si bien hoy en día está de moda aislar mucho las casas ya que parece ser la receta mágica para la eficiencia energética, no debemos olvidar que la eficiencia también se consigue haciendo trabajar a los materiales a nuestro favor.
En este sentido es importante combinar un buen aislamiento con la acumulación de calor de muros de gran masa y densidad que puedan almacenar el calor del sol y cederlo al cabo de unas horas.
8- Temperaturas óptimas de las superficies y del aire ambiente
A todos nos ha pasado alguna vez, ya sea en nuestra casa o en la de un amigo, acercamos a la pared y notar que esta helada.
La casa puede estar caliente gracias a la calefacción o el propio calor de las personas pero si no tenemos un buen aislamiento de muros y las paredes están frías, no solo podemos sufrir condensaciones y humedades sino que además, disponemos de superficies radiantes de frío que reducen la eficiencia del sistema de calefacción.
Por supuesto la temperatura de la vivienda va a influir enormemente en nuestro bienestar y comodidad. Será conveniente el uso de materiales más bien cálidos o que sean capaces de acumular calor del sol o de un sistema de calefacción radiante.
El aire ambiente deberá encontrarse a una temperatura de entre 18 y 22 grados, según si se trata de una zona de estar, de paso o de un baño donde la temperatura debe ser algo más cálida.
9- Buena calidad del aire ambiente gracias a una renovación natural
La realidad es que en la mayoría de las viviendas de hoy en día el aire interior tiene mucha menor calidad que el exterior, en el sentido de que probablemente está más cargado de CO2 y contaminantes de la propia vivienda como polvo, humedades y moho y otros contaminantes procedentes de los productos o materiales de construcción no naturales.
Además, la mayoría de calefacciones tienden a resecar el ambiente y reducir la humedad relativa. Una humedad ambiente suficiente entorno al 50% es necesaria para que nuestro organismo mantenga sus defensas alerta.
10- Calor radiante para la calefacción
¿Sabíais que el clásico radiador de toda la vida no funciona por radiación, sino por convención? El calor que emiten por radiación es tan solo del orden del 20 al 30% ya que su funcionamiento se basa en calentarse a gran temperatura y generar una convección de aire a través de los conductos huecos que lo conforman.
El calor radiante por excelencia es el suelo o pared radiante y que se basa en la irradiación de calor a baja temperatura a través de una gran superficie. Esto no solo es más rentable por ser menor la temperatura a la que debemos calentar el agua, sino que es más saludable y duradero ya que estamos calentando la estancia a través del calor irradiado por los materiales, no por el movimiento de aire caliente. Esto sin contar que el calor radiante, al funcionar a baja temperatura, no quema ni levanta el polvo como pasa con los radiadores.
Ni falta hace mencionar que las calefacciones por aire son no solo poco eficientes ya que tan solo calientan el aire y no los materiales que es la forma efectiva y duradera de calentar un espacio, sino que además mueven el polvo y resecan el ambiente, dejando nuestras mucosas debilitadas y nuestro organismo desprovisto de defensas.
11- Alteración mínima del entorno de radiación natural
Si bien la radiación está presente de forma natural en la tierra ya sea por la propia emanación de los materiales, a través de rayos cósmicos o por emanación del suelo en forma de gas radón, la realidad es que hoy en día el ser humano ha creado una multitud de fuentes de radiación artificiales.
Es importante elegir una ubicación libre de fuentes naturales y artificiales de radiación y limitar la presencia de materiales o electrodomésticos emisores.
En caso de sospechas de presencia de gas radón, es posible encontrar planos oficiales online o hacer estudios del terreno si tenemos dudas.
12- Ausencia de campos electromagnéticos y ondas de radio en expansión
El diseño de instalaciones eléctricas biocompatibles, la selección de una ubicación de la casa lejos de antenas de telefonía o líneas eléctricas de alta tensión, optar por internet por cable en lugar de WIFI, prescindir del teléfono inalámbrico o bien optar por uno que solo emita en caso de llamadas activas, prescindir del microondas o de los sistemas de vitrocerámica por inducción que generan intensos campos magnéticos alrededor del recipiente son algunas de las estrategias básicas para reducir la presencia de campos electromagnéticos en casa.
Todas estas alteraciones son especialmente relevantes durante la noche cuando nuestro organismo debe descansar y es importante que pueda hacerlo libre de alteraciones electromagnéticas en el entorno.
13- Reducción de la presencia de hongos, bacterias, polvo y alérgenos
La presencia de microorganismos patógenos en el ambiente va muy ligada a la calidad del aire interior.
Para empezar, necesitamos una buena ejecución material de la obra, de nada servirá tener una excelente ventilación si aparecen humedades en un muro. Es importante que el técnico que lleve a cabo el proyecto supervise la ejecución de los detalles constructivos durante la obra y que éstos se hayan concebido para evitar condensaciones y humedades.
Además, de nuevo es importante recordar la importancia de la ventilación natural y el asoleo directo de las estancias, ya que los rayos de sol tienen efectos bactericidas.
Medio ambiente, energía y agua
La primera norma de la eficiencia energética es la reducción del consumo, a partir de aquí, el consumo restante se genera mediante fuentes renovables.
15- Materiales de construcción procedentes, preferiblemente, de la región y que no favorezcan la explotación abusiva de materias primas
Los materiales de proximidad nos permiten el ahorro en transporte y la integración social, económica y medioambiental de nuestra zona. Deberemos vigilar, no obstante, que la extracción de estos materiales se produzca de forma controlada y adecuada al medio al que pertenecen.
16- Prevención de problemas para el medio ambiente
Existen decenas de acciones para prevenir problemas medioambientales. Por ejemplo, reducir el consumo de agua, utilizar materiales reciclables o reducir el consumo de combustibles fósiles. Con esto reduciremos la contaminación atmosférica y la producción de residuos.
Nuestra casa debería integrarse en el entorno, aprovechando los recursos de los que se dispone y haciendo un uso de los mismos respetuoso.
17- Calidad óptima posible del agua potable
El agua es fuente de vida y la que proporciona nuestra casa a través de la recogida de lluvia, de la extracción de un pozo o incluso directamente obtenida de la red pública debería encontrarse en excelentes condiciones puesto que de ello depende la salud de nuestra familia.
Es recomendable hacer un estudio periódico del agua que bebemos y tomar medidas si es necesario un filtrado adicional de posibles partículas nocivas.
Interiorismo
18- Respeto de dimensiones, proporciones y formas armoniosas
El diseño y distribución de una casa responden a unas necesidades subjetivas establecidas por el cliente en cada proyecto. Por este motivo, el dimensionado adecuado de los espacios acorde estas necesidades así como una adecuada distribución en planta que sea cómoda, práctica y coherente y una formología arquitectónica integrada en el entorno y de formas armónicas son algunos de los principales factores de diseño de una casa que van a determinar en parte nuestro bienestar en la misma.
19- Condiciones naturales de luz, alumbrado y colorido
Por otro lado, la luz y el color serán igualmente importantes a la hora de construir según los principios de la bioconstrucción.
El ser humano está acostumbrado a la luz cambiante del día, lo que también produce pequeños cambios en los colores. Por esto, si tratamos nuestra iluminación de forma que pueda adaptarse a las tareas y nos servimos de la luz natural, activaremos nuestro organismo en función de las necesidades de cada momento.
20- Aprovechamiento de los conocimientos de fisiología y ergonomía en la decoración y el equipamiento del espacio interior
Que nuestra postura sea correcta al sentarnos en una silla o que los muebles de cocina no nos obliguen a hacer gestos forzados, son algunos ejemplos para evitar el malestar y los dolores innecesarios.
Solar
21- Ausencia de perturbaciones naturales y artificiales en el solar
En cuanto a perturbaciones naturales podemos encontrar corrientes de agua subterráneas o presencia de gas radón, entre otros.
En cuanto a perturbaciones artificiales podemos encontrar por ejemplo presencia de líneas eléctricas de alta tensión o antenas de telefonía cercanas. A veces las perturbaciones artificiales pueden provenir del vecino como puede ser una emisión de WIFI o DECT.
En caso de dudas es siempre recomendable encargar una medición de bioconstrucción.
22- Viviendas alejadas de fuentes de emisiones contaminantes y ruidos
Intentaremos también alejarnos de las emisiones contaminantes y del ruido como líneas de tren, autovías o fábricas. Una molestia continua puede disminuir nuestra calidad de vida.
23- Método de construcción descentralizado y flexible en urbanizaciones ajardinadas
Más allá del ámbito propio de la vivienda, a nivel urbano, es importante evitar las promociones masificadas de viviendas que se construyen en cadena sin ningún tipo de adaptación a la familia que la va a ocupar.
Además, la planificación urbana debería integrar siempre la presencia de verde en contacto con las zonas residenciales.
24- Vivienda y entorno residencial, muy relacionados con la naturaleza, dignos y compatibles con la vida familiar
Por supuesto la interacción del entorno, la naturaleza con los usuarios de la vivienda es una de las grandes ventajas que tiene el entorno residencial disperso.
Construir una casa que no se cierre sobre si misma, sino que se relacione con el entorno inmediato y nos permita hacerlo compatible con la vida familiar y laboral es uno de los principios de la bioconstrucción.
25- Ausencia de secuelas sociales negativas
No podemos tener una casa sana y sostenible si no vivimos en un entorno sano y sostenible y esto no es una cuestión únicamente de vivienda, sino de comunidad.