Consumo nulo: Certificación Passivhaus, Leed y Well

Proyectar y construir edificios de consumo nulo es algo complejo que requiere múltiples aproximaciones, partiendo de una estrategia bioclimática que se irá acotando en base a estudios y comprobaciones a lo largo de proyecto.

Si bien las estrategias de funcionamiento pasivo de un edificio y el planteamiento bioclimático parten siempre de una misma base, su definición puede variar de un proyecto a otro según la ubicación, características del terreno y necesidades del cliente.

En este sentido, partimos de definir una estrategia bioclimática que se comprueba junto a una consultoría en eficiencia energética que cuantifica cada uno de los valores en función del diseño, del sistema constructivo y de los materiales seleccionados y los aplica a una determinada zona climática.

Es lo que se denomina el estudio de demanda energética, un extenso documento que valora cada una de las pérdidas y ganancias de los distintos elementos del edificio y que nos permite tomar decisiones para optimizar su funcionamiento.

Para llevar a cabo edificios de consumo nulo partimos de los principios de la arquitectura pasiva:

Se trata de conseguir reducir la demanda energética al mínimo para cubrir la demanda restante mediante fuentes de energía renovable, de esta forma podemos asegurar que conseguimos edificios de consumo nulo y que en algunos casos generan más energía de la que consumen.

Test Blower Door para asegurar la estanqueidad

 

La eficiencia energética supone disponer de un elevado control del intercambio de temperatura entre interior y exterior, en el momento en que podemos decidir cuando queremos y cuando no queremos captar calor en el interior de nuestro edificio conseguimos un control total sobre su temperatura y es importante que esta temperatura no se pierda debido a un mal asilamiento o a través de filtraciones de aire.

El aislamiento es algo controlable, podemos decidir el grosor y asegurar una continuidad total a lo largo del cerramiento a través de la definición de detalles constructivos y de un riguroso control de obra.

Sin embargo, la hermeticidad es algo más difícil de controlar en obra y necesitamos una prueba específica que asegure que una vivienda no tiene pérdidas energéticas debido a pequeños puntos o uniones no estancas que pueden ser imperceptibles a la vista.

Para ello, llevamos a cabo el test Blower Door -puerta de ventilación- que es una prueba para comprobar la hermeticidad al aire de una construcción y que consiste en generar una sobrepresión y una subpresión en el interior de la misma, detectando filtraciones mediante cámaras térmicas o máquinas def humo. Aquí os dejamos todos los detalles sobre el test blower door para certificaciones passivhaus.

 

A partir de la realización del test que se puede llevar a cabo varias veces a lo largo del proceso de obra, se llevan a cabo mejoras en las uniones o juntas no estancas y se miden de nuevo los resultados hasta llegar a optimizar el funcionamiento hermético de nuestro edificio.

El test lo llevamos a cabo en aquellas construcciones en los que decidimos llegar a elevados estándares de eficiencia sin que ello implique necesariamente la certificación energética del mismo.

El hecho de que un edificio sea estanco no supone que no se puedan abrir las ventanas, si no que consiste en asegurar que en el caso de no abrir las ventanas, la calidad de aire interior está garantizada en todo momento.

La renovación de aire interior se lleva a cabo mediante microventilación en ventanas o puertas o mediante medios mecánicos como pueden ser aireadores o ventilación con recuperación de calor.

De hecho, la calidad de aire de los edificios herméticos en términos de CO2 y acumulación de tóxicos o contaminantes procedentes de fuentes exteriores (contaminación atmosférica) o de fuentes interiores (emanaciones de tóxicos a través de mobiliario, pinturas, tejidos o productos de limpiezas) está comprobado que es mucho más saludable en una vivienda hermética con renovación controlada de aire que en una vivienda convencional.

CERTIFICACIONES DE CONSTRUCCIÓN

 

Si bien trabajando con un equipo especializado en construcción eficiente de consumo nulo las garantías de éxito están aseguradas, si es cierto que en determinadas ocasiones como es el caso de promociones de vivienda, edificios corporativos o bien de viviendas particulares que se proyectan con perspectivas de venderse a corto plazo, puede ser necesario disponer de una certificación que inspire confianza a futuros compradores.

En estos casos, trabajamos con tres de las principales certificaciones que según nuestro criterio aportan mayor valor y están más actualizadas en términos no solo de eficiencia energética si no de huella ecológica nula y salud y bienestar de los ocupantes.

Estas son la certificación Passivhaus, la certificación LEED y la certificación WELL.

Para trabajar con certificaciones adicionales, consulta con nosotros.

CERTIFICAR UN EDIFICIO PASSIVHAUS

 

La certificación Passivhaus fue desarrollada por el Passivhaus Institut en 1988. Su nombre proviene del concepto de arquitectura pasiva, por lo que el estándar considera las condiciones climáticas locales del emplazamiento del proyecto y establece límites distintos según el país. Para evaluar el comportamiento energético de un edificio establece límites cuantificables de demanda de calefacción, refrigeración y consumo de energía primaria total, y un máximo de renovaciones de aire por hora. Un especialista certificador puede validar el cálculo en base a los documentos de obra y es necesario hacer un test Blower Door una vez finalizada la obra. Existe una base de datos llamada Passive House Database, que permite filtrar y descubrir en un plano todos los edificios certificados.

 

CERTIFICAR UN EDIFICIO LEED

 

La certificación LEED (Leadership in Energy and Environment Design) fue desarrollada por el US Green Building Council en 1993. El sistema de valoración se basa en una etiqueta comparativa que analiza la sostenibilidad y los factores de mercado de distintas categorías,  poniendo el foco en la energía y la ecología. La documentación debe enviarse para ser verificada después de la fase de diseño y nuevamente durante la fase de construcción para comprobar que el proyecto ha sido ejecutado siguiendo los estándares declarados en su guía de referencia.

 

CERTIFICAR UN EDIFICIO WELL

 

La certificación WELL Building Standard fue desarrollada por el International WELL Building Institute (IWBI) en 2014 y hace referencia al concepto de wellness, bienestar. Consiste en un sistema de puntuación que mide las características de los espacios construidos que impactan en la salud y el bienestar de los ocupantes, convirtiéndose en el primer sistema centrado exclusivamente en la salud y confort de los usuarios. A nivel español, el Instituto Tecnológico de Galicia es el encargado de adaptar el estándar a las condiciones y regulaciones de nuestro país.